viernes, 11 de diciembre de 2009

Sólo un 7% recuperado del dinero de Madoff

El mayor fraude piramidal de la historia cumple un año.

C. G. A. - Madrid - 11/12/2009 Fuente cincodias.com

La crisis de liquidez acabó con el genio de la estafa. Los inversores, temerosos de un colapso financiero, empezaron a sacar su dinero de la cartera de Bernard Madoff, que entró en dificultades para pagar los suculentos intereses que le habían convertido en uno de los gestores más valorados de Wall Street.

Un año después de la detención de Madoff, y seis meses de que la Justicia le condenara a 150 años de cárcel, el fideicomisario encargado de recuperar los activos estafados, Irving Picard, ha recuperado 950 millones de euros, un 7% de los 14.000 millones a los que calcula que llegó el fraude. Los clientes elevan la cifra hasta 44.000 millones.

Las víctimas eran principalmente clientes institucionales y profesionales. Entre los mayores afectados estaban Fairfield Greenwich Group, Tremont Capital Management, Fortis, HSBC y el Banco Santander, cuyos clientes perdieron 2.300 millones de euros a través de Banif. La entidad ha optado por ofrecer acciones preferenciales a los afectados, el 70% de los cuales ha aceptado.

La firma de intermediación Bernard Madoff Investment Securities nació en 1960, y hasta principios de los noventa mantuvo un currículum intachable, cumpliendo con su promesa de ofrecer rentabilidades superiores al 10%, pero no mucho más. Madoff llegó a presidir el mercado Nasdaq en 1990, 1991 y 1993.

En 1992 la SEC investigó a uno de los fondos en los que invertía Madoff, Avellino & Bienes, pero el asunto se zanjó sin afectarle a él.

En realidad, hasta mediados de los noventa Madoff invertía realmente el dinero de sus inversores. A partir de entonces, con la fama ya criada, comenzó su obra magna del fraude. Pero no se echó a dormir. El timo estaba muy trabajado, con documentos falsificados demostrando operaciones inexistentes y programas de ordenador que generaban números aleatorios para imitar rentabilidades de carne y hueso. Pero las pagas anuales ya sólo provenían de los nuevos clientes, que alimentaban la pirámide.

Madoff sabía que la única manera de sostener el engaño era, irónicamente, la prudencia. Los esquemas Ponzi tradicionales ofrecen rentabilidades del 20% anual, y Madoff era más modesto. La falta de transparencia con los inversores hacía el resto. Ni siquiera las investigaciones de la SEC, algunas a instancias del analista Harry Markopolos, encontraron algo sospechoso. Pero ni siquiera él pudo engañar al miedo.
Falló la supervisión y no tanto la regulación, según el IEB

"La regulación puede ser más estricta, pero lo que falló fue la supervisión". Lorenzo Dávila, jefe de Investigación del Instituto de Estudios Bursátiles, recordó ayer en un encuentro con la prensa que Bernard Madoff superó varias inspecciones de la SEC, el supervisor estadounidense, lo que contribuyó a mejorar aún más su reputación.

El único factor que hacía sospechar de Madoff era que la volatilidad de sus fondos no cuadraba con la rentabilidad obtenida, señaló Sergio Reyes, director de Programas a Medida del Instituto. Por eso considera importante la directiva europea Mifid, que permitirá un mejor ajuste de los productos financieros con el perfil de riesgo de los clientes.

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