viernes, 11 de junio de 2010

Caja Madrid y Bancaja crean la mayor caja española por activos

Caja Madrid y Bancaja crean la mayor caja española por activos


Caja Madrid y Bancaja desafiarán la hegemonía de La Caixa con una fusión que crea la mayor caja de ahorros española por activos. Los madrileños controlarán el 58% de la entidad resultante y Bancaja, el 42%. Las otras cinco cajas pequeñas que se unirán al SIP modificarán este reparto cuando aprueben su participación


El presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato, a la izquierda, junto a su homólogo en Bancaja, José Luis Olivas, en un acto en 2002.. Caja Madrid y Bancaja crean la mayor caja española por activos -


La Caixa ya tiene quien le aguante la mirada. Los consejos de administración de Caja Madrid y Bancaja dieron ayer su visto bueno implícito a una fusión que creará la primera caja de ahorros por activos de España. Incluyendo las cinco pequeñas cajas regionales que también participarán en el Sistema Institucional de Protección (SIP) que conformaran juntas -Insular de Canarias, Ávila, Segovia, Rioja y Laietana-, alcanzarán prácticamente los 340.000 millones de activos, frente a los 279.688 millones de La Caixa, que de momento sólo ha incorporado a la pequeña Caixa Girona.

Un vuelco en el ranking de cajas que, en todo caso, requiere de muchas matizaciones. La primera es que la fusión que encabezan Caja Madrid y Bancaja deberá solicitar al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) unos 4.500 millones de euros, mientras que La Caixa no prevé hacerlo. Eso da pistas de la salud de los activos de unos y otro. Parte de ese dinero se destinará los costes del cierre de oficinas y reducción de plantilla.

Por otra parte, La Caixa seguirá siendo la que más sucursales tiene en España, muy por encima de la nueva entidad. Y en términos de solvencia y de rentabilidad, la catalana sigue muy por encima de la suma de madrileños y valencianos.

Pero al margen de estas precisiones, lo que resulta evidente es que la operación tiene una gran trascendencia, sobre todo porque afecta a las que hasta hace unas semanas eran la segunda y la tercera caja de ahorros de España. Una fusión de estas dimensiones estaba prácticamente descartada hace un mes. Bancaja insistía en que quería liderar cualquier proceso en el que fuera a participar y Caja Madrid, otro tanto. Parecían decididos a aguantar el tirón hasta una "segunda vuelta", que, al ritmo de los últimos días, se antoja casi quimérica.

Los acontecimientos se han precipitado de tal forma que el escenario ha variado por completo. El Banco de España advirtió a Bancaja que su propósito de seguir en solitario no era una opción. Tal y como explicó ayer CincoDías, el gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez exigió a Olivas que presentase alguna alianza antes de que cerrase la ventanilla para pedir ayudas del FROB, el próximo lunes. Caja Madrid era prácticamente la única opción viable.

Las negociaciones han durado alrededor de una semana, aunque fue en las últimas horas del miércoles y las primeras del jueves cuando se alcanzó el acuerdo definitivo. El control de la nueva entidad que surgirá tras la integración era uno de los asuntos clave. Parecía evidente que Rodrigo Rato, presidente de Caja Madrid, no podía perder en esa batalla y no lo hizo. Será el presidente del grupo resultante. Por debajo estará Olivas, como vicepresidente. La sede operativa estará en Madrid, mientras que la social se situará en Valencia. La importancia de este ubicación es más política que real y de hecho sirvió a Francisco Camps, presidente de la Generalitat Valenciana, para sacar pecho ante una situación que los empresarios y el sector financiero locales habían criticado por la pérdida de influencia que supone. Después de que Caja Mediterráneo (CAM) se echara en manos de Cajastur, la unión de Bancaja con Caja Madrid hace desaparecer el sistema bancario local.

También es cierto que Olivas ha logrado réditos importantes en la negociación. Destaca por un lado que la participación de la caja valenciana, bastante más pequeña que Caja Madrid, tendrá un 42% de la nueva entidad, frente al 58% de los de Rato. Las cinco cajas que faltan por aprobar su participación en el SIP adecuarán su porcentaje cuando lo hagan el lunes.

Olivas también mantendrá la presidencia de Banco de Valencia, participado en un 38% por Bancaja. Se utilizará esta entidad como mascarón de proa de las finanzas valencianas, "para decir que algo queda", según reconocía resignado un empresario anoche. Pero quizá el gran logro de Bancaja ha sido arrastrar a su sardina el ascua del grupo industrial que surgirá de la fusión. Será él quien esté al frente de participaciones tan destacadas como las que concentran Cibeles y Bancaja Inversiones, los holdings de las dos cajas. Iberia, NH Hoteles, Mapfre, Martinsa-Fadesa, Realia, Iberdrola o Enagás son algunas de las cotizadas en las que participan de manera destacada. Además, inmobiliarias, firmas de seguros, de gestión de activos, sanitarias o de ocio, como la, por otra parte, ruinosa Terra Mítica.

Estar al frente de ese grupo industrial, con la perspectiva de sacarlo a Bolsa en un futuro más esperanzador, tal y como ambas cajas querían hacer con sus respectivos holdings, es un aspecto que Bancaja ha considerado una contraprestación suficiente por perder el control central del negocio puramente bancario que quedará en Madrid. Además, para Olivas supondrá capitanear una réplica de la Criteria de La Caixa, así como el nada despreciable control y acceso a puestos en consejos de administración.

El acuerdo, que cuenta con el visto bueno del Banco de España, deberá ser desarrollado a partir de ahora. Un trabajo que no se presenta fácil para el conjunto de las siete cajas, pero en especial para los dos más grandes. Sus fuertes riesgos en el sector inmobiliario y la obligación de sanear los despojos de la burbuja obligarán a apretarse el cinturón. Los préstamos del fondo público serán esenciales para aclarar la situación de la nueva entidad, más cuando el mercado de financiación mayorista está seco.

Camps y Aguirre reivindican la sede del grupo

Los dos barones regionales con más peso en el Partido Popular, Francisco Camps y Esperanza Aguirre, anduvieron ayer por la mañana a la greña sobre la sede del grupo que formarán Caja Madrid y Bancaja.

Dos horas después de que los rumores de fusión tomaran fuerza, Camps aseguró que "para la Comunitat Valenciana, es un salto cuantitativo y cualitativo de primera magnitud, porque la sede de esta SIP va a estar en la Comunitat Valenciana, va a estar en Valencia, y eso significa que vamos a tener la suerte de tener la sede social de una entidad financiera de primer nivel a todos los efectos".

A los pocos minutos, Esperanza Aguirre enmendó la plana a su compañero valenciano. Preguntada sobre si le preocupa que la sede social de la nueva caja pueda estar en Valencia, Aguirre manifestó que "no" porque la sede operativa "estará en Madrid". "En todas estas fusiones hay que ceder en algo... No me preocupa, es algo que ha valorado el presidente de Caja Madrid y lo ha tenido en cuenta porque creo que era importante conseguir esa fusión".

Por otra parte, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer que está convencido de que la reestructuración del sistema financiero está casi culminada y que las cajas de ahorros harán sus deberes "a tiempo" antes del 30 de junio.

El secretario de Estado de Economía, Manuel Campa, explicó ayer que "si las transacciones concretas cumplen los criterios del FROB, son viables, eficientes y van a estar bien capitalizadas, desde nuestro punto de vista son adecuadas".

Una poderosa cartera industrial

De materializarse la alianza entre Caja Madrid y Bancaja, también se unirán dos potentes grupos industriales, que contará con importantes participaciones en sociedades financieras, así como en Iberia, NH Hoteles o Martinsa-Fadesa.

La entidad madrileña tiene un holding de participadas, Cibeles, donde mantiene inversiones en negocios de gestión e intermediación de activos, como Gesmadrid o Banco Inversis (38,5%), así como en banca privada (Altae Banco), seguros (Mapfre-Caja Madrid Vida, con el 38,5%) y financiación especializada (Banco de Servicios Financieros Caja Madrid-Mapfre, con un 51%). Además, Cibeles también es la plataforma para la internacionalización del grupo, con el 40% de Hipotecaria Su Casita (México) y el 83% del City National Bank of Florida (EE UU).

La caja presidida por Rodrigo Rato también cuenta, a través de la Corporación Financiera Caja Madrid, con importantes inversiones en Iberia (23%), Indra (20%), NH Hoteles, Realia, Mecalux y Global Vía.

Por su parte, Bancaja cuenta con el 38% de Banco de Valencia, así como con el 100% de otras sociedades financieras (Bancaja Gestión de Activos, Arcalia Patrimonios, Bancaja Fondos...). En el sector inmobilario, la entidad mantenía un 5,97% de Martinsa-Fadesa y un 2,75% de Inmobiliaria Colonial. En otros sectores, mantiene un 24% del parque temático Terra Mítica y un 30% en Aguas de Valencia y un 50% en Ribera Salud, que gestiona hospitales.

La caja presidida por José Luis Olivas también tiene una participación indirecta del 5% en Iberdrola, Enagás y NH Hoteles.

fuente: http://www.cincodias.com/articulo/empresas/Caja-Madrid-Bancaja-crean-mayor-caja-espanola-activos/20100611cdscdiemp_26/cdsemp/

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