sábado, 18 de septiembre de 2010

El desafío de Santander: gestionar un banco de un tamaño colosal

¿Está yendo demasiado lejos Santander con sus compras? Ésa es la pregunta que se hace Bloomberg, que analiza la ambiciosa estrategia del banco presidido por Emilio Botín.
Santander anunció la semana pasada la compra del 70% del banco polaco Zachodni por 3.700 millones de dólares, continuando con su última racha de compras en el Reino Unido, Alemania y México, tratando de aprovecharse.

"Realmente me pregunto si están forzando demasiado", explicó a la agencia Tom Kirchmaier, de la London School of Economics. "Me pregunto si tienen suficiente gente de valía para tomar el control", añade en declaraciones a la agencia estadounidense.

El pasado mes de junio, el director de estrategia de Santander, Juan Inciarte, reconoció los riesgos de una expansión excesiva, y dijo que el banco no podía cumplir con su objetivo de actuar como un "banco local, comercial, como una tienda de mamá y papá" en todos los mercados en que actuaba por la dificultad de encontrar directivos locales adecuados.

Crecer a base de compras ha sido la estrategia fundamental desde que Botín se convirtiera en presidente en 1986. Desde entonces, ha conseguido convertir al sexto banco de España en la mayor entidad por valor de mercado en la Eurozona gracias a operaciones corporativas por valor de 70.000 millones de dólares, multiplicando por 67 el beneficio y amasando activos por un valor total de 1,5 billones de dólares, más que el PIB español, recuerda la agencia.

"La cuestión ahora es si puede vigilar el riesgo", explicó John Raymond, analista de CreditSights. "Cuanto más grande eres, más fácil es no darse cuenta de que algo está fallando en alguna parte de tu imperio".

Simon Maughan, analista de MF Global, cree que el peligro al que se enfrentan los bancos cuando se expanden internacionalmente es distraerse o calcular mal el crecimiento. Maughan recuerda el caso de HSBC, que en 2003 compró Household International, un prestamista subprime estadounidense. En 2009, el banco tuvo que cerrar su división de financiación al consumo en EEUU para hacer frente a las provisiones de 53.000 millones de dólares provocadas por la crisis.
Otros ejemplos más duros son Citigroup y Royal Bank of Scotland, que tuvieron que ser rescatados durante la crisis después de una formidable expansión internacional, que superó sus capacidades para medir el riesgo.

Respaldo de los analistas

Maughan, a pesar de las dudas, confía en Santander. "El hecho es que esta gente tiene una larga historia a la hora de llegar a un nuevo mercado y conseguir tener éxito en él".
Los analistas en general parecen ser de la misma opinión. La proporción de consejos de compra de acciones del banco ha permanecido por encima del 65% en los últimos 12 meses, según los datos de Bloomberg, a pesar de que los títulos han caído un 9,6% en ese periodo.
Sin embargo, no todos los expertos están convencidos, especialmente con la última oleada de compras de Santander. "Está volviéndose todo un poco más complicado para Santander en términos de tamaño y estructura", asegura Andrea Williams, gestor de Royal London Asset Management. "Mi preocupación sobre el acuerdo en Polonia viene de dos vertientes: la capacidad para gestionarlo y el efecto en el capital".

"Santander deberia ir un poco más despacio en cuanto a las adquisiciones o si no la gente va a empezar a pensar que necesitan una ampliación de capital", según Joerg de Vries-Hippen, de Allianz Global Investors.

Jesús Martínez, de S&P, cree que "el tamaño total de las adquisiciones de Santander en los últimos meses es significativo, pero tiene sentido estratégicamente". "Los ratios de capital caerán como resultado de estas operaciones, pero Santander ha mejorado su posición de capital en el último par de años y mantiene una capacidad de generar beneficios recurrentes para reponer capital rápidamente".

Desde Fitch se tiene una visión parecida. En un comunicado emitido ayer, también aseguran que las compras tienen sentido, aunque no están libres de riesgos y "más operaciones podrían presionar los ratings del banco", aunque mantuvo su calificación de AA.
"¿Por qué es Santander un banco de éxito?", se pregunta Kirchmaier. "Es porque tienen una gestión de riesgos muy efectiva y eficiente, y para eso necesitas mucha gente en la que confiar", añade.

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