lunes, 22 de noviembre de 2010

La herencia de Montilla: la deuda catalana se duplica

En estos últimos cuatro años, Cataluña ha dejado atrás su rol de locomotora de la economía española. El nuevo gobierno que surja de las elecciones del próximo domingo deberá volver a colocar a Cataluña en un lugar privilegiado en generación de riqueza y empleo. No es tarea fácil.

Las arcas de la Generalitat se han visto seriamente afectada por la crisis, con lo que el primer reto será lidiar con esa falta de liquidez. Por primera vez en años, la Generalitat ha recurrido a una emisión de bonos, por valor de 3.000 millones de euros, dirigida a particulares, para poder hacer frente a sus compromisos con proveedores y hacer efectivas las nóminas de funcionarios.

La elevada deuda es la principal losa que pesa sobre la economía catalana. Cataluña es la comunidad autónoma que cuenta con mayor volumen de deuda, ya que hasta el primer semestre del año había acumulado una deuda de más de 29.000 millones de euros.

En 2006, cuando Montilla llegó a la Generalitat, la deuda de Cataluña era de 14.043 millones de euros. La deuda autonómica representaba en 2009 el 117 por ciento de los ingresos públicos catalanes y el año que viene supondrá ya el 170 por ciento. Este elevado endeudamiento ha hecho saltar las alarmas en los mercado internacionales y la poca confianza que ha generado la capacidad de Cataluña de atender de forma puntual sus pagos ha hecho que las principales agencias de rating hayan modificado a la baja su solvencia.

La última de ellas fue Moody´s, de A1 a A2, al entender que los esfuerzos que se han hecho en los últimos tiempos para reducir costes (con el anuncio de una reducción del 5 por ciento en el sueldo de los empleados públicos) no son suficientes para atender todos los pagos.

Los principales candidatos a las elecciones tienen más que asumido que será necesario recurrir a más emisiones de bonos para particulares. El líder de CiU, Artur Mas, que parte con mayor ventaja para convertirse en el próximo presidente de la Generalitat está abierto a recurrir a esta fórmula. En plena campaña, algunos se han atrevido a cifrar lo que supone para cada catalán el despilfarro de Montilla: 5.000 euros por cabeza.

La industria, golpeada por la crisis

El segundo tripartito ha coincidido con una de las etapas más negras para el tejido industrial en Cataluña. En total, se han presentado más de 3.200 ERE desde 2008 hasta mayo de 2010 en Cataluña, de los que 2.244 se han registrado en 2009, y la medida más común ha sido el despido de trabajadores, en un 70 por ciento de los casos, frente a las suspensiones temporales de empleo, según UGT.

Para este sindicato, en los últimos dos años se han cerrado 6.396 empresas, de las que el 78 por ciento corresponde a la industria manufacturera. Cataluña figura a la cabeza de las comunidades autónomas por número de trabajadores incluidos en ERE hasta marzo del 2010, con 17.374 afectados, según datos del Ministerio de Trabajo. Sólo en el ámbito de la automoción, unas 30 empresas rescindieron contratos de trabajadores en 2009, entre ellas las multinacionales Nissan y Seat, ambas situadas en el área metropolitana de Barcelona, con 15.000 trabajadores del sector afectados por ERE en 2009 y un millar despedidos.

La automoción representa el 7,5 por ciento del PIB en Cataluña y genera más de 150.000 puestos de trabajo directos e indirectos, pero la crisis no se ha limitado al sector de la automoción y se ha extendido también al textil con crisis en Burberry, Dogi, Pulligan, en el sector de la construcción, con Roca, Habitat, el sector químico, con La Seda, informática, T-System, o industrial, con Inoxcrom.

La tasa de desempleo que deja el segundo tripartito tras de sí (aunque con un 17,4 por ciento de paro se encuentra por debajo de la media estatal) es casi el triple de la que se encontraron Montilla y sus socios cuando accedieron a la Generalitat, entonces un 6,6 por ciento.

Más de medio millón de personas están en el paro en Cataluña. Pese a las cifras, el consejero de Economía catalán, Antoni Castells, es optimista. Defiende que se ha producido un cambio de tendencia con la creación de 34.500 puestos de trabajo de los 69.900 generados en España en el tercer trimestre de este año.

PIB negativo para 2010

Cataluña abandonó la recesión en el primer semestre de 2010, cuando sumó dos crecimientos trimestrales consecutivos. La recuperación se ha rematado en el tercer trimestre, cuando el PIB catalán se incrementó un 0,1 por ciento. Ese alza, junto a los trimestres anteriores, ha logrado engullir el retroceso acumulado, con lo que el crecimiento económico entre septiembre de 2009 y septiembre de 2010 se sitúa ya en tablas. Pese a la tendencia positiva, el propio Castells cree que Cataluña acabará 2010 "en números rojos, aunque menores que los del conjunto de España".

Es para 2011, cuando la economía catalana repuntará y lo hará en mayor medida que otras comunidades. Las previsiones de la Cámara de Comercio de Barcelona cifran ese crecimiento en un 0,7 por ciento. Las exportaciones se han convertido en la única tabla de salvación de la economía catalana después de meses de travesía en el desierto. Las ventas de las empresas catalanas al exterior durante el segundo trimestre del año aumentaron el 9,3 por ciento.

La actividad exterior se convierte en uno de los pocos indicadores positivos de su economía. Destaca el empuje producido por el dinamismo de Alemania, uno de los primeros clientes de las exportaciones catalanas; así como de las economías emergentes. La exportaciones a la Unión Europea aumentaron el 10,37 por ciento entre enero y julio,menos que las de Asia, que lo hicieron un 28,7 por ciento.

Además del aumento de las exportaciones, otro dato a tener en cuenta es el de las importaciones, que crecieron el 14,52 por ciento entre enero y julio. Aunque en términos absolutos, supone un déficit comercial de 11.051 millones de euros el 11,52 por ciento más que en el mismo periodo de 2009 también significa que la empresa catalana ha aumentado la demanda para producir más.

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