viernes, 25 de marzo de 2011

Los 3 escenarios de salida para la crisis de Europa

Tras el rechazo del parlamento portugués al nuevo plan de austeridad y la dimisión del primer ministro José Sócrates, la crisis de deuda en la eurozona ha vuelto a ser el tema principal entre la comunidad financiera. La posibilidad de que Portugal se una a Grecia e Irlanda y se acoja al plan de rescate de la Unión Europea y del FMI está casi totalmente descontada por los mercados. En este contexto, los analistas de Danske Bank se preguntan en su último informe estratégico como finalizará todo esto, y dan tres posibles escenarios:

Escenario 1: Crisis Contenida

Los analistas de Danske Bank consideran que un escenario en el que la crisis puede ser contenida es el resultado más probable de la actual crisis de deuda europea, pero es de esperar que continúe la elevada volatilidad durante algún tiempo. Ya se han puesto en marcha mecanismos ambiciosos para amortiguar la crisis y con la cantidad de prestigio político que está invertido, es de esperar que los líderes políticos estén dispuestos a ir más allá para asegurar una posible solución.

Según sus estimaciones el actual Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSM, por sus siglas en inglés), Las Medidas de Estabilidad Financiera Europeas (EFSF) y las medidas del FMI son suficientes para cubrir casi todas las necesidades de financiación del gobierno de Irlanda, Portugal y España en los próximos tres años (Grecia tiene su propio paquete de 110.000 millones de euros). Si el EFSF tiene que cubrir Italia tendría que aumentarse considerablemente. Un aumento del EFSF parece serla situación más probable y ya está en parte descontado en el mercado.

También se ha sugerido que se debe permitir al EFSF comprar bonos públicos en el mercado secundario de la misma manera que el BCE hace hoy en día con su Programa de Mercado de Valores (SMP), pero posiblemente en mayor escala. Como alternativa, el EFSF podría prestar dinero a los propios países para que puedan comprar sus propios bonos de nuevo a precios de mercado.

Inicialmente, el EFSF debía expirar el 30 de junio de 2013, pero con el acuerdo de un mecanismo de crisis permanente en noviembre de 2010 las facilidades de financiación continuarán. La forma que tomará después de esa fecha es, sin embargo, menos clara. La continúa consolidación pública y las reformas estructurales tendrán que seguir aplicándose antes de que la crisis termine finalmente. Esto continuará siendo un tema central durante todo el año.

Escenario 2: E-bonos y una cuasi unión fiscal

Los líderes políticos han pedido un bono común del europeo, o qué se a menudo se llama el E-bond. En diciembre de 2010 el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, propuso que la emisión de bonos europeos por hasta el 40% del PIB de la zona. La idea es que a cada Estado miembro le sería permitido pedir prestado hasta el 40% de su PIB a bajo interés a través de un E-bond clasificado como AAA. Para alcanzar un rating de AAA los países más fuertes tendrían que garantizar parte de la deuda de los países más débiles.

La propuesta ha sido rechazada por el momento por Alemania, señalando que una ampliación de la EFSF era el desarrollo más probable. La canciller alemana, Angela Merkel, está preocupada por los peligros de “moral hazards” (la percepción que tienen los inversores sobre una red de seguridad virtual que les permite elevar los riesgos de inversión) diciendo que “no debemos cometer el error de pensar que la colectivización del riesgo es la respuesta”. Para evitar problemas de moral hazard un E-Bond tendría que complementarse por una política fiscal más coordinada y además centrales supervisión de las autoridades de la UE. La introducción de bonos europeos podría llevarnos a una cuasi unión fiscal la cual ha estado pidiendo durante bastante tiempo Jean-Claude Trichet. Trichet ha estado pidiendo. Japón ha dicho que compraría el 20% de los bonos europeos y algo más importante, no dijo nada sobre potenciales compras de deuda soberana de los de PIIGS.

Escenario 3: Default o ruptura del euro

Si el sentimiento general empieza a cambiar y la voluntad política se desvanece, ya sea en los países periféricos o en la Europa central podría provocar incumplimientos de pagos. El evento que lo podría definir es si Italia necesita ayuda, pero también podría ser simplemente un cambio en el poder tras el deterioro del apoyo general a más medidas de austeridad en países de la periferia y/o un aumento de la resistencia a un mayor apoyo financiero por parte de los países más poderosos. Otra opción que se ha mencionado es una verdadera ruptura de la UEM en el que todos los Estados miembros abandonaran el euro.

Danske Bank ven muy baja la probabilidad de una ruptura del euro. Sin embargo, vale la pena considerar algunos escenarios de cómo podría llevarse a cabo. Existen diferentes escenarios de default y de ruptura del euro que varían en función de la gravedad del impacto sobre el sistema financiero y el crecimiento económico. Común a todos estos es que no sé puede conocer las implicaciones exactas al navegar por aguas desconocidas.

1. La versión más suave sería que uno, o tal vez unos pocos de los países de la periferia entraran en default y como resultado hubiera una reestructuración de la deuda. Los candidatos que están más en peligro son Grecia, Irlanda y Portugal, en orden descendente. No está tan claro cómo se haría. Sin embargo, esto no significa automáticamente que tuvieran que abandonar la UEM, al igual que nadie espera que Florida salga de los EE.UU. en caso de default.

Una reestructuración de la deuda soberana en la zona euro no es necesariamente una “solución rápida”. Si, por ejemplo, la deuda soberana griega se reestructura esto se traduciría en pérdidas para los bancos alemanes y franceses entre otros, pero lo más importante es que también daría lugar a renovados temores acerca de que otros países pudieran decidir reestructurar su deuda, con Italia y Bélgica como candidatos probables de los ataques especulativos. El país que entrara en default también tendría que estar preparado para un período con un acceso limitado a los mercados financieros. Una reestructuración de la deuda tampoco ayudaría al país a mejorar su competitividad debido a la moneda común.

Alternativamente, un país periférico puede decidir abandonar la UEM si considera demasiado difícil salir del bache sin la devaluación de la moneda y recuperar así competitividad o si la oposición pública interna se convierte en demasiado fuerte.

Las implicaciones para los mercados financieros y para la economía mundial de una salida de países de la periferia de la zona del euro dependerán de la fragilidad del sistema financiero en ese momento. La preocupación a que otros países de la zona del euro puedan abandonar la unión podría dar lugar a un prolongado período de alta volatilidad y una extensión de la crisis de deuda. Danske Bank cree que este escenario tiene una probabilidad muy pequeña de materializarse ya que el coste económico parece ser mayor que los beneficios - por lo menos en el corto plazo. Sin embargo, al final la decisión realmente depende de la opinión pública y del liderazgo político El escenario no puede por tanto ser completamente descartado.

2. Alemania sale del euro. Este escenario es muy poco probable para los analistas de Danske Bank. Pero no se puede descartar por completo si, por ejemplo, la opinión pública en contra del apoyo financiero para los países periféricos aumenta significativamente, por ejemplo, si una “movimiento tea-party” exige que Alemania abandone el euro. También podría desencadenarse por el Tribunal Constitucional alemán diciendo que los políticos han ido demasiado lejos y que se violó la clausula de no-rescate.

Si el Gobierno alemán fuera a dejar la zona euro, el marco alemán probablemente sufriría una gran demanda desde el primer día y es de esperar una apreciación. Alemania, sin embargo, perdería competitividad. La otra cara de la moneda es que la zona del euro se beneficiaría de un aumento muy necesario en la competitividad como el euro se depreciaría. Si Alemania decide no denominar su deuda se beneficiarían de una reducción del ratio deuda / PIB. Por otra parte los bancos alemanes y otros inversores podrían enfrentarse a pérdidas sustanciales por sus activos en el resto de la zona del euro.

Otra incertidumbre bajo este escenario es si otros países siguieran Alemania. Esta incertidumbre podría prevalecer durante bastante tiempo resultando en mayores diferenciales de deuda soberana y volatilidad en los mercados de divisas. En este escenario existen buenos argumentos para que Finlandia y los Países Bajos piensen en abandonar también la eurozona. Pero entonces podríamos ver una continuación de la unión monetaria, con Francia, teniendo el papel principal. Danske Bank cree que este escenario tiene una probabilidad pequeña de ocurrir.

3. El peor de los casos es una ruptura total de la UEM. Esto puede ocurrir por mutuo acuerdo o como un efecto dominó que resulte del abandono de Alemania. Es probable que algunos de los países centrales vinculen su moneda al marco alemán. Los bancos alemanes podrían experimentar graves pérdidas debido a la depreciación de sus activos y los posibles incumplimientos. Deberíamos ver también un período de subidas en los spreads soberanos y una alta volatilidad en el mercado de divisas. La expectativa de devaluaciones y de una mayor depreciación también podría resultar en un período de alta inflación en varios países. Los bancos centrales nacionales tendrían que establecer tipos de interés altos para ganar credibilidad.

Una ruptura del euro podría afectar a la economía mundial, que es una de las razones por la que Danske Bank ve tanta disposición de China y Japón en invertir en los países más endeudados. La confusión y la incertidumbre podrían conducir a graves pérdidas en el sector financiero que podría afectar a la economía real tal y como la experimentada durante la crisis financiera. En contraste, un escenario con una reestructuración de deuda en Grecia e incluso en Irlanda sólo tendría un impacto menor sobre la economía mundial, siempre y cuando los demás Estados miembros pueden mantener su credibilidad. Puesto que Danske Bank ve muy poco probable este escenario no están especialmente preocupados por el impacto de la crisis de deuda sobre las perspectivas para la economía mundial.

http://lacartadelabolsa.com/leer/articulo/los_3_escenarios_de_salida_para_la_crisis_de_europa

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