viernes, 22 de julio de 2011

Grecia y otros más: “dentro de cien años, todos calvos. Yo me pido el Partenón…”

En alguna ocasión les he contado que uno de los muchos directores que he tenido en mi dilatada vida profesional tenía la fea costumbre (me dicen que aún la conserva, la usa y abusa) de señalar con el dedo al redactor que no seguía el guión que el escribía. El director de marras aborrecía el Refranero Español e insultaba a quiénes lo utilizaban. Mi carta de hoy va en desagravio de mis ex compañeros, porque no hay nada más clarificador y comprensible, para grandes y chicos, que el refrán español. Mi carta de hoy enlaza con refranes a propósito de los sucesos en Grecia, porque la clave no es si el Parlamento griego ha aprobado los recortes ¿Alguién esperaba otra cosa de los políticos? ¿No estamos viendo cómo en España se cambian leyes y normas, presupuestos y partidas presupuestarias por un puñado de votos? La clave, digo, es hoy la misma que ayer y mañana ¿Podrá pagar Grecia sus deudas con el férreo Plan de Ajuste y el Segundo Plan de Salvación, el Segundo Rescate? La respuesta es: NO. Por eso, algunos se han pedido el Partenón, como Finlandia.

“Habíamos criticados “Obama se ha apuntado a la propaganda, como en los mejores tiempos USA, y, lo que es peor, a la demagogia. Tiene ademanes de Gran Líder, de Líder Mundial. Pero el despilfarro sigue a manos llenas en la primera potencia del mundo y, lo que es peor, multitud de empresas rescatadas por el Gobierno Obama, dentro de un Plan de Salvación Nacional sin precedentes históricos, no tenían las cuentas claras, a la vez que otras, también rescatadas con el dinero de los contribuyentes, han seguido pagando bonos y primas a empleados y terceros clientes. EEUU va a tal velocidad en sus planteamientos e iniciativas que se ha salido de pista ¿Quién reparará ahora el bólido? Obama quiere que el resto del mundo le siga, como al Flautista de Hamelin. y Europa le ha seguido, pese a las reticencias inciales…”

“Con lo a

Es la sentencia de uno de los grandes gurus de la Bolsa española. “Días de vino y de rosas en las Bolsas, pero luego llegará la Gran Resaca, porque no hay fundamentos sólidos para la recuperación continuada del precio de las acciones. Es más, los índices perderán en un par de días lo ganado en un mes ¿O acaso ya nadie se acuerda de los enormes estragos causados por los sucesivos huracanes bajistas de los dos últimos años”, añade.

“Europa, como Estados Unidos, se ha abonado a la demagogia y a la propaganda a sabiendas que el déficit, que ya es descomunal, lo será más en el futuro inmediato hasta el punto de que pondrá en peligro los pagos de la deuda”, remata.

Y ahora el refranero: 30 años, sí 30 años. Toda una vida.


De aquí a cien años, todos calvos Formas alternativas: Dentro de cien años, todos calvos.
Al cabo de cien años, todos seremos calvos.
Al cabo de cien años, todos seremos salvos o calvos.
Antes de mil años, todos estaremos calvos.
En cien años, todos calvos.
De aquí a cien años, todos seremos calvos.

Tiene un doble matiz bastante dispar. Por un lado puede remarcar la importancia de no fiar las cosas en un futuro sino disfrutar el momento presente, sería una reformulación del tópico del carpe diem, de gozar el momento. Ejemplo:

- Decidí gastarme mis ahorros y comprarme el barco que tanto he deseado, al fin y al cabo, dentro de cien años, todos calvos.
o - Venga, deja de estudiar por un día y sal a divertirte, que dentro de cien años, todos calvos.
Por otra parte, puede usarse para relativizar la importancia de este mismo momento presente indicando lo inexorable del paso del tiempo.

Quizás también le interese:
No hay mal que cien años dure
Año nuevo, vida nueva
Mal año, entra nadando
Año de nieves, año de bienes
Una mentira madre es de cien hijas


Y más refranero, porque los bonos Brady ya los inventó Brady, precisamente O sea, que:


No hay nada nuevo bajo el sol
Proverbio con el que se manifiesta la creencia de que la originalidad es poco o nada común y que todo tiende a repetirse, imitarse o, directamente, copiarse; con ella se dice que uno no se sorprende por algo pretendidamente nuevo.

Y uno podría pensar que este dicho surge de un hastío generacional más o menos moderno y resulta que no podría estar más equivocado, ya que esta frase es bíblica. En concreto podemos encontrarla en el Eclesiastés (1:9), en latín Nihil novum sub sole. Por eso, cuando pensemos que Todo está inventado, démonos unos minutos más.

Variantes:

Nada nuevo bajo el sol.
No hay cosa nueva debajo del sol.
No hay nada nuevo bajo la capa del cielo.

lacartadelabolsa

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