sábado, 20 de agosto de 2011

Apuntes de una agenda de páginas translúcidas – y 5

Hace un par de días hablamos de esto. “Apoyo plenamente y saludo las medidas financieras oportunas y rigurosas” (El País 15.08.2011, Pág. 13) declaró el Presidente del Consejo Europeo refiriéndose a los nuevos recortes y subidas de gravámenes decididos por el Gobierno italiano. En España ahorro y venta de aeródromos y loterías (¿qué opinaría el marqués de Esquilache?). En Francia recortes y ajustes.

¿Se han dado cuenta?, se cantan loas a los ajustes a la baja, a medidas que buscan ir a menos, se vanaglorian los recortes y se incita a que sean más y más profundos: el objetivo es recortar la protección social, y reducir costes laborales, y administrativos, y funcionariales, y si ello supone dar menos servicios, mala suerte: todo sea por el saneamiento.

Pero ya no se dice nada, absolutamente nada sobre aumentar el crecimiento, nadie habla de crear las condiciones pertinentes para que aumente el PIB, existe una ausencia total de comentarios a los datos sobre crecimiento que mensualmente van publicando las oficinas estadísticas. Se dice que la economía USA está próxima al estancamiento, que lo está la francesa, que el crecimiento de la española es ridículo, que las expectativas de la alemana no son las que se creía, incluso se dice que el que se está dando, es, en todas partes, un crecimiento insuficiente para revertir la tasa de desempleo, pero no se dice ni pío sobre cómo dar la vuelta a esa bajísima tasa de crecimiento.

No sé, es como si, de alguna manera, se estuviese diciendo algo que los álguienes que crean la economía planetaria tienen claro desde hace años: que no es posible crecer más de lo que se crece, incluso que se va a crecer menos de lo que se está creciendo. Pienso que los Gobiernos, todos, independientemente de su color, saben que ahora, tras que se manifieste en Otoño la insostenibilidad de algo que era ilusorio y que estaba prendido en el aire con alfileres de humo, va a tocar empezar a tomar medidas draconianas para administrar lo muy poco que va a haber, y no, no para crecer, sino para sobrevivir.

Pienso que durante bastante tiempo tenemos que olvidarnos de eso-que-hemos-denominado-crecimiento: aumentos en el PIB de casi-el-cuatro-por-ciento. Porque no se va a poder -ya no quedan herramientas-, porque va a ser imposible -desempleo, agotamiento de la capacidad endeudamiento, activos sobrevalorados-, y porque el exceso de capacidad productiva de-todo es inabsorbible. Y los Gobiernos lo saben, por eso ya no hablan de hacer lo posible para que haya crecimiento.

Crecimiento lo habrá, pero será otro crecimiento: a través de la productividad, de la eficiencia, comandado por las grandes corporaciones; es un crecimiento feo visto desde la perspectiva actual porque no es general ni incluyente, sino particular y excluyente, por ello los políticos, pienso, ni siquiera lo mencionan. Cuando acabe de llegar, llegará, mientras a seguir aguantando.

Por eso he comentado en otras ocasiones que la Economía ya es la ciencia que administra la escasez, algo que, en realidad, nunca ha dejado de ser, lo que sucede es que no se quería asumir.

Una realidad particularmente mala para USA. USA, piénsenlo, es la quintaesencia de nuestro aún modelo económico: su razón de ser se sustenta en el ir-a-más permanente, constante, repetitivo; la ortodoxia de cómo lo haga es harina de otro costal: lo único que cuenta es crecer. Que el Gobierno USA ponga el acento en los recortes supone admitir que es imposible crecer y que hay que hacer con lo que hay, y por eso los argumentos del Partido Republicano no tienen consistencia: no es posible ir a más (pienso que debería explicarse a la población: estadounidenses: os váis a empobrecer, más, todas/os y los que ya sois pobres, lo seréis más aún).

Pero que USA deje de ir-a-más tiene consecuencias: valoración decreciente del dólar, menos consumo, menos importaciones, menos, menos, menos. Otro crecimiento, pero eso tiene consecuencias.



Otra vez los eurobonos; pienso que no. ¿Comprarían Uds. obligaciones emitidas por un ente que fuese la suma una supercompañía superrentable y superguay y de un taller cochambroso que no tiene ni para barrer el suelo?, no, ¿verdad?, pues eso.

Emitir eurobonos equivaldría repetir la estrategia del euro: meter a todos-que-no-se-parecen-en-nada en el mismo saco y luego ya veremos, con una diferencia: hoy se sabe que la estrategia no va. Ya, para algunos los eurobonos serían provechosos: mi deuda pública sostenida por todo el club; como que no como ahora están las cosas, ¿no?.



LA CARTA: retirar / descontar fondos comunitarios a los miembros de la UE que incumplan el objetivo de déficit para el 2014, que hoy es el 3,0% y mañana puede ser el 0,0%. ¿Alguien se escandaliza?: lo propuesto es lógico. Los fondos se crearon para comprar voluntades -el voto afirmativo de España a la entrada de los PECOs, por ejemplo- y para generar PIB en quienes los daban -con ellos han sido pagados los AVEs comprados a Siemens que hoy circulan por el reino, también por ejemplo-, pero ya no quedan PECOs por entrar ni AVEs por construir, por lo que esos dineros, ¿qué van a reportar a quienes los dieran si los continuasen dando?.

Porque, además, quienes más aportaban a ellos tienen problemas, y más van a tener, luego tendrán necesidades propias que cubrir; y, más además, cuanto mayores sean los déficits de quienes menos pueden sostenerlos más presión existirá sobre quienes los daban: sus entidades financieras, sus exportaciones, su estabilidad. ¡Déficits no, déficits no!. Hoy, claro, ayer …

¿La lógica del tema?: toda. Cuando no hay y cuando se sabe que lo que va a haber va a ser escaso hay que administrar muy bien lo que se tiene, hay que gastarlo cuidadosamente, priorizando. Ayer no, pero hoy se es consciente de que cada vez va a haber menos, y sí: a menos gasto menor crecimiento, pero es que el objetivo ha dejado de ser el de ‘crecer mucho’ para pasar a ser el crecer de forma óptima: de la mejor manera posible en función de los recursos de que se disponga; ¿quiénes aún no han llegado?, mala suerte; es otro mensaje, ya. Y, ¡oído cocina!: las causas de los déficits importan un rábano, lo único importante es que el déficit existe y hay que extirparlo.

Esta postura en contra del déficit: tiene consecuencias: regionales. Si Alemania dice que no hay que dar a quienes no cumplan unos niveles, ¿por qué ha de dar el Norte de Italia a su Sur si no cumple otros niveles?, ¿por qué aquí unas regiones han de mostrar un falso déficit fiscal y otras un superávit virtual?. Esto también se meterá en el paquete: seguro.



¿Qué pasó ayer?, pues que cada vez se está percibiendo con mayor intensidad el agotamiento del modelo, la imposibilidad de revertir su tendencia; cada vez está más próxima la asunción del cáncer.

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

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