viernes, 26 de agosto de 2011

Cosas – 22

Hecho: se nos ha contado que la compañía Tenedora de Inversiones y Participaciones, la filial inmobiliaria de la CAM se hallaba en quiebra técnica desde el 2009. Pregunta: ¿por qué se permitió?. Ya, ya: el crecimiento, no había alternativa, el efecto arrastre, las consecuencias, … Las deudas de esa empresa con el grupo aumentaron casi el 130% en un año, y sin embargo no sucedió absolutamente nada, ni un quejido, ni un crujido, ni una protesta, ni un aviso. Es sólo un ejemplo y como ejemplo vale, ¿de qué se extrañan quienes se extrañan de que esté pasando lo que pasa, de que vaya a pasar lo que va a pasar?.




El HSBC va a liquidar 10.000 puestos de trabajo este año y posiblemente 20.000 entre el 2012 y el 2013, la causa de los que va a eliminar en el 2011 es que este año lleva ganados los mismos miles de millones -once- que en igual período que el año anterior. El anuncio vino acompañado de un comunicado interesante, un comunicado del que pueden deducirse cosas: estrategias para los próximos años, y no tanto de ese banco como de la economía en general: de quienes hacen la economía: de las corporaciones de alcance sistémico.

Primera: el tamaño ha dejado de ser importante, el tamaño por el tamaño, el tamaño en general: ‘¡Hemos crecido el 20% y el año pasado lo hicimos el 10!’. ¡Bieeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeen!. Eso ya no se lleva. El tamaño tiene que ser el adecuado para tener la capacidad de poder hacer lo que haya que hacer, por arriba, sobra y genera excesos de capacidad que, hoy y ahora, no se puede aprovechar, por debajo no se llega y no se puede actuar eficientemente. Tamaño: el conveniente.

Segunda. La especialización, postglobal, pero especialización. Hacer huevos fritos, pero ser de los mejores del mundo haciéndolos y hacerlos por todo el mundo. Dedicarse a lo que se sea verdaderamente bueno, buenísimo, y abandonar aquello que se sea mediocre. ‘Es que todo ayuda a diluir costes fijos’, dice el del fondo; eso era antes, ahora el truco está en eliminar los costes fijos de lo que aquello en lo que no se sea el mejor (y los costes fijos de aquello en lo que se sea el mejor, minimizarlos). Ya, la evolución de eso es el oligopolio.



Parece ser que este Verano nos están obsequiando con su visita una especie de visitantes muy especiales. Vienen de Francia y han escogido la localidad de Lloret de Mar, Girona, como su lugar de operaciones. Llegan en vehículos sobrepotenciados, en caballos y en decibelios, y con ellos, a toda máquina y a toda potencia, se dedican a ir paseo marítimo arriba, paseo marítimo abajo; de vez en cuando se paran, se ponen ciegos de alcohol, se pelean entre ellos o con otros, y, a veces, hasta matan a alguien, como hace unos días; luego se van a dormir, en el vehículo, evidentemente, a un extremo de la población, frente al mar. Tienen acongojados a todo el personal, y así siguen. El suplemento diario que El País dedica a Catalunya habló largo y tendido de estos vigilantes el día uno de los corrientes.

Mi pregunta es, ¿se están contando estos elementos entre todos esos millones de turistas tan deseados que entran cada año en nuestro país porque son tan importantes para compensar nuestro crónico déficit de balanza comercial?; ¿se están contando los 5.000 jóvenes británicos que cada año nos visitan para el Salou Party?. Alguien que conoce el tema en profundidad me comentaba hace escasos días lo que presenció en un macrolocal en el que sólo se habla alemán sito en un lugar superturístico de nuestra geografía; la persona pidió un cubalibre: fue imposible: no tenían ron ya que los clientes, exclu-si-va-men-te consumían cerveza, ¿por qué?, pues porque no podían pagar otra cosa.

¿Cuántos turistas van a venir este año, 53 millones?, el año que viene, ¡que vengan 56!.



‘Si es Ud. ingeniero, dice el anuncio, y quiere mejorar, váyase a Alemania’. Lectura: en Alemania los ingenieros encuentran trabajo. Sugerencia si son ingenieros y están pensando en ir a Alemania ‘en busca de fortuna’: primero infórmense bien de cómo van las cosas, de qué requerimientos se exigen, de adonde van a ir, de qué pueden hacer. Pude que sean casos aislados, pero ya van tres: entrevistas, pruebas, exámenes, selecciones, …: en Alemania hoy buscan ingenieros, sí pero no cualesquiera.



Las Bolsas mundiales han perdido 5,3 billones de dólares en cuatro semanas ( Les Echos ). Si los han perdido es que ya no están, pero estaban, ¿dónde?, y, ¿adónde han ido?. Si no vuelven jamás, ¿dónde se quedarán?, y si regresan, ¿cómo volverán?. Misterios misteriosos. (Alguien no-experto-en-economía me dijo cuando le comenté la noticia: ‘No se han ido a ninguna parte: nunca han estado, por eso no pueden volver’. Para meditar).



Lo pueden consultar en la Memoria de la Administración Tributaria del 2009 ( aquí ): la base imponible de más de la mitad de las declaraciones por IRPF presentadas en el reino en el 2009 equivalieron a una cantidad que, expresada en el número de pagas que una/un española/ol ocupada/o habitualmente percibe: catorce, no llegaba a los 1.180 euros, ¡más de la mitad!.



‘Tranquilizar a los inversores’. Me preguntaron recientemente qué quería decir eso. Si alguien que tiene algo por lo que ha pagado X está tranquilo al igual que lo están quienes tienen cosas parecidas lo conserva porque estima que mañana esas cosas valdrán más; pero si esos dueños se ponen nerviosos y piensan que sus cosas tienden a valer menos aún se pondrán más nerviosos, y pensarán que mejor se venden algunas cosas de las que tienen -o todas- y, evidentemente, no compran más cosas, por lo que el precio de esas cosas tenderá a bajar y nuevas cosas parecidas a esas no serán compradas. Por eso es tan importante que los inversores estén tranquilos; ¿a cualquier coste?, pues casi. (La cosa es si, llegados a este punto es muy importante que los inversores estén más o menos tranquilos).

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

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