martes, 2 de agosto de 2011

España e Italia: dos países y un destino

Ayer vivimos un nuevo episodio de ventas salvajes en la deuda española e italiana. La rentabilidad de la deuda italiana a 10 años superó el 6% con un fuerte volumen, disparando el diferencial frente al Bund alemán a un nuevo record desde la entrada del euro. La rentabilidad de los bonos españoles volvió a acercarse al peligroso 6,2%. El acuerdo de nuevas competencias del fondo de rescate europeo no parece haber calmado el miedo de los inversores. David Owen, analista de renta fija de Jefferies señala que los mercados saben que el fondo de rescate no podrá comprar bonos italianos ni españoles en el mercado secundario en los próximos tres o cuatro meses,

porque el acuerdo tiene que ratificarse en los respectivos parlamentos nacionales.

Como bien apunta Ambrose Evans en un editorial de “The Telegraph”, en la última reunión no se incrementó el fondo de rescate por encima de los 440.000 millones de euros, dejando incierto como esperan los líderes europeos hacer frente a un posible contagio de los grandes países de la eurozona. El fondo ha dejado comprometidos 275.000 millones de euros para Grecia, Irlanda y Portugal. Los analistas creen que para detener el pánico, se necesitarían unos 2 billones de euros y un claro compromiso de Alemania.

“Cuanto mas dure esta parálisis, mas aumentará el miedo de los inversores a un escenario de ruptura donde los países centrales saldrán de la Unión Monetaria y dejarán al resto dentro del euro”, dijo Owen.

Y el tiempo juega en nuestra contra y sobre todo de Italia. JP Morgan advirtió a sus clientes que Italia tiene un estrecho margen de seguridad y riesgos de quedarse sin liquidez para cubrir sus gastos tan pronto como en septiembre. “Italia y España agotarán su liquidez en septiembre y febrero respectivamente, si pierden el acceso a los mercados”, dijo el equipo de renta fija del banco. El miedo a que Italia se quede sin liquidez está provocando una espiral negativa autoinducida.

Y el panorama macroeconómico no es muy alentador. Italia sufre de un estancamiento económico y una pérdida de competitividad. “Esto deja una lectura bastante deprimente”, dijo Howard Archer de IHS Global Insight. Todo se adereza con una pérdida de ímpetu económico en los países centrales de Europa, un ciclo de subida de tipos y un empeoramiento de los problemas en el sur periférico.

JP Morgan comenta sobre España que está totalmente financiada hasta el próximo año, pero su destino depende de lo que le pase a Italia. “Creemos que el destino de los dos países está unido. Es muy difícil imaginar que solo uno de los dos pierda el acceso a los mercados”, añadió.

Evans señala que el Fondo Monetario Internacional dijo la última semana que España no está fuera de la zona de peligro y que necesita tonar medidas urgentes para evitar el contagio. “El panorama es difícil y los riesgos elevados. Los riesgos, potencialmente graves, se inclinan a una caída de la actividad económica. Muchos de los desequilibrios y de la debilidad estructural acumulada durante el boom tienen que ser redirigidos completamente”.

Las exportaciones españolas se están comportando bien y el déficit presupuestario se ha recortado a la mitad, señala Evans. Sin embargo, el perfil de deuda de España es sensible a shocks de crecimientos y a subidas de tipos. Una subida de 40 puntos básicos en los costes de financiación eleva la deuda pública española en un 14% del PIB durante los próximos cinco años, y una erosión del 0,6% del crecimiento añade un 7% más.

Pero la ansiedad por reducir los déficits puede ser contraproducente. Un sector de los economistas cree que las medidas de austeridad pueden abortar la recuperación y cortocircuitar cualquier mejora en las cuentas públicas.

fuente: lacartadelabolsa

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