viernes, 14 de octubre de 2011

Los gurús ya no son lo que eran. Ni los más listos pueden hacer dinero ahora.

¿Recuerdan a John Paulson? Es el fundador y presidente de Paulson & CO, un hedge fund que se hizo famoso mundialmente por apostar en 2007 por un colapso del mercado inmobiliario en EE.UU., con lo que ganó una cantidad enorme de dinero. Bien, pues uno de los fondos que gestiona Paulson, el Advantage Plus, tiene unas pérdidas interanuales cercanas al 50%. Mucho se está comentando en Wall Street de este hecho, y se detecta en algunos círculos cierta satisfacción por la caída en desgracia de este gurú financiero. Pero no ha sido el único.

Matthew Lynn de MarketWatch realiza un interesante análisis de porque los gurús actuales no son lo que solían ser. Porque tiene una explicación.

En las últimas semanas hemos descubierto que John Paulson, uno de los pocos gestores que salieron de la debacle subprime con su reputación mejorada, puede fallar tanto como el resto de nosotros. Aquí en Londres por ejemplo, uno de los administradores de fondos más conocidos del Reino Unido, Anthony Fidelity Bolton, está lidiando con un fondo de inversión muy publicitado.

No parece que cualquiera pueda ahora hacer dinero de forma tan consistente como lo hicieron los gestores estrellas del pasado: George Soros, Warren Buffett o Julian Robertson.

Tal vez sea sólo mala suerte. Por otra parte, tal vez esté pasando algo más interesante. Podemos estar entrando en una época en que la no hay verdaderos gurús, en el sentido de personas excepcionales que siempre pueden ganarle al mercado.

La volatilidad de los últimos meses ha creado sin duda algunas víctimas de alto perfil.

La mega apuesta de John Paulson en contra de la industria de hipotecas de alto riesgo le hizo una estrella en la industria de la inversión -así como uno de los hombres más ricos del mundo. La revista Forbes le estima una fortuna de 15.500 millones de dólares.

Pero este mes los fondos administrados por Paulson & Co. han sufrido grandes pérdidas. Su fondo dedicado a las inversiones en oro perdió 16% en septiembre, mucho más que la caída del 11% en el precio del metal. Su “Recovery Fund” perdido un 14% en septiembre y se ha reducido un 31% en el año.

Se trata de cifras decepcionantes para cualquier administrador de dinero, pero para una estrella como Paulson, son catastróficas.

En el Reino Unido, Anthony Bolton ha sido uno de los pocos gestores con un público fiel. Su Fidelity Special Situations Fund generó rentabilidades por encima de la media durante años. Cuando él salió de su retiro el año pasado para lanzar el Fidelity China Special Situations, los inversores salieron en estampida al nuevo fondo. ¿Bolton y China? ¿Una estrella en la selección de acciones y la economía de más rápido crecimiento en el mundo? ¿Qué podría salir mal? Muchas cosas, como ha sido el caso. La semana pasada, el precio del fondo había caído un 37% en lo que va del año, en comparación con una caída del 28% de su índice de referencia MSCI China Index.

Esos son dos nombres de alto perfil. Pero los rendimientos de muchos gestores de fondos tradicionales y de fondos de cobertura, han sido decepcionantes - los fondos de cobertura en promedio perdieron un 5,2% en septiembre, según una investigación realizada por Bank of America.

En el pasado, siempre había unos pocos gurús que parecían tener el toque mágico. Gestores como Buffett, Soros o Robertson, fundador de Tiger Management, tenían un toque especial para los mercados, que les duró durante los años 80 y 90. Es cierto que su rendimiento no era infalible. En ocasiones tuvieron años malos. Pero durante dos décadas o más, superaron al mercado con una consistencia que sugería que intervenía algo más que la suerte. En el camino recogieron ejércitos de inversores leales, que rastreaban todos sus movimientos. Si usted hace lo que Soros o Buffet pensaban, no le irá demasiado mal, y por lo general, le irá bien.

Nadie parece ahora que les hace sombra. Hay flashes puntuales como Paulson, la gente empieza a pensar que podría ser el nuevo Soros, pero luego tiene un año decepcionante y la reputación comienza a desaparecer.

Es cierto, tal vez sea sólo mala suerte. Incluso el mayor de los inversores ha tenido un año horroroso. Y hasta el más tonto hace las cosas espectacularmente bien de vez en cuando. Pero también plantea una posibilidad más interesante. Los gurús ya no son capaces de derrotar de forma constante al mercado.

¿Es eso posible? Hay un par de razones para pensar que podría serlo.

En primer lugar, ahora parece como si estuviéramos en un mercado bajista al estilo japonés, que puede prolongarse durante 20 o 30 años. En Gran Bretaña, el índice FTSE-100 /alcanzó su punto máximo en 6930 en diciembre de 1999. Doce años después, está a menos de 5.400. En realidad, nadie piensa que recuperará los máximos en los próximos dos años. El índice alemán DAX alcanzó un récord de 8.136 en marzo de 2000, rompió brevemente esa barrera en 2007, y se desplomó de nuevo. Es el mismo caso para el Dow. En realidad, llevamos en un mercado bajista durante más de una década, y no parece que su fin vaya a llegar pronto. En un mercado bajista es prácticamente imposible superar al mercado. Lo puedes hacer un año, pero muy difícil de forma consistente.

En segundo lugar, los mercados financieros están dirigidos por medidas políticas. Hablamos de la impresión de dinero por parte de los bancos centrales, o de los gobiernos rescatando a los bancos, lo que determina si el precio de los activos sube o baja. Las decisiones tomadas en los parlamentos y senados cuentan mucho más que cualquier otra que se realiza en la sala de juntas.

Esa es la diferencia. Mientras que a algunas personas muy inteligentes pueden predecir las tendencias en los mercados libres, es imposible predecir lo que los sistemas políticos podrían hacer. Ellos son inherentemente inestables e impredecibles. O tal vez, tenemos a la gente equivocada a cargo, y si Karl Rove estuviera al cargo de la gestión de un fondo de cobertura, podría hacer un mejor trabajo que los gestores profesionales.

La dura realidad es que incluso para el más listo de los gestores parece imposible hacer dinero en estos mercados. Lo que sugiere que no hay mucha esperanza para el resto de nosotros.

lacartadelabolsa

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