viernes, 9 de diciembre de 2011

“Europa está en la fase terminal de su vida”

Si bien este gestor es conocido en el mercado por sus grandilocuentes declaraciones –hace unos meses afirmaba que EE.UU. entraría en suspensión de pagos inevitablemente- tiene mucho predicamento entre los inversores de EE.UU., y es un claro ejemplo de la mala percepción que tienen los inversores internacionales, sobre los activos europeos. Pero también sería muy injusto quedarnos solo en el titular de su declaración. Veamos como la argumenta:

“Europa está en la fase terminal de su vida. No hay manera de poder ver una integración exitosa de las entidades más pequeñas dentro de las más grandes, sin crecimiento. Habrá fracturas. No hay forma que Europa pueda permanecer junta”.

“Es fascinante ver a los políticos europeos (será fascinante para él) tratando desesperadamente de mantener el bloque unido, el cuál está en bancarrota financiera y en términos de sus mecanismos para estimular el crecimiento económico. Ahora tienen que hacer pactos los unos con los otros, su desesperación es muy evidente”.

Es probable que desde fuera se vea con más claridad los actos y las declaraciones de los políticos europeos. Sí es cierto que las palabras emitidas por algún representante político europeo parecen completamente desesperadas, y no ayudan a fomentar la credibilidad de Europa a los inversores extranjeros. Veamos que más dice Murrin:

“Estamos justo en la fase final. La apreciación general de estos encuentros políticos es que no producen absolutamente nada, y que no hay sustancia detrás de las propuestas de los líderes europeos”.

La propuesta franco-alemana de integración fiscal (pseudo integración fiscal, pues no están de acuerdo con la emisión conjunta de deuda), de límites de endeudamiento y mecanismos automáticos de sanción (entre otras cosas), va dirigida a recuperar la confianza del mercado, pues esta es fundamentalmente una crisis de confianza.

Las palabras de Murrin no parece que indiquen que se esté consiguiendo. “La percepción desde fuera es que esas medidas no van a funcionar”, añade.

Algunos lectores podrían decir que David Murrin no es representativo. Es una única opinión, y además tendente al pesimismo. Cierto, pero no es el único gestor que piensa lo mismo.

Ian Bremmer, presidente de Eurasia Group, ha declarado recientemente que cualquier unión fiscal sería perjudicial para la región si se estableciera una Europa de dos velocidades.

“Si los mercados quieren un resultado definitivo en los próximos días, semanas y meses, no lo van a conseguir. Si los Estados periféricos van a situarse de alguna manera en una situación de segunda clase, ¿cómo se va a mantener la estabilidad y la cohesión social? A largo plazo, si se quiere una solución para la zona euro, y que no se produzca una inestabilidad política o social, se tendrán que establecer transferencias de capital”.

Algunos lectores podrían añadir, “bueno, pero son solo dos opiniones, es más, a este último gestor no le conozco”.

Simon Smith, economista jefe de FxPro, es igual de pesimista que los dos gestores anteriores, y afirma que el plan propuesto por Merkel y Sarkozy es demasiado blando para enfrentar el problema con decisión.

“Lo que se anuncia es una especie de medida de fuerte vigilancia que no ha funcionado durante los ocho años del euro, ¿por qué va a funcionar ahora? No están entendiendo la crisis, y no estoy seguro de que comprendan la solución requerida”.

Son tres opiniones, pero podría darles muchas más. La importancia de este hecho es que todos los esfuerzos de los líderes europeos -aunque deberíamos concretar y señalar a Merkel y Sarkozy, y si concretamos aún más, nos quedaríamos simplemente con Merkel- van encaminados a que la comunidad financiera entienda que no se volverán a permitir excesos, que habrá un control más exhaustivo sobre la deuda de los estados, y que las reformas económicas que están implantando les permitirán salir de la crisis con un crecimiento sólido. Pero como decía Simon Smith, no están entendiendo la crisis, y no comprenderán cual es la solución requerida.

S&P decía hace unos días en su advertencia de rebaja de rating de Europa que la crisis de deuda se ha convertido en una crisis de gobernabilidad, y estoy completamente de acuerdo. Aún no se ha llegado a una situación tan extrema en la que los líderes de la unión tengan que acometer “la solución requerida”, como decía Smith.

Si la unión europea no consigue retomar la confianza de la comunidad financiera, la presión sobre la deuda periférica volverá a reanudarse (ahora simplemente están en modo “esperar y ver”), volverán las subastas desorbitadas, volveremos a hablar de cesión de pagos en los países periféricos, y de contagio a los estados centrales. Si además a esto se une las bajadas de rating en los principales países de la unión, la situación se aceleraría.

No puedo afirmar que Europa está en la fase terminal de su vida, como señalaba Murrin, pero podría estarlo, y muy rápidamente, si los políticos europeos siguen errando el tiro.


http://lacartadelabolsa.com/leer/articulo/europa_esta_en_la_fase_terminal_de_su_vida

No hay comentarios :

Publicar un comentario

m