miércoles, 21 de marzo de 2012

Goldman Sachs: la mano que mece la cuna de mala manera

Ya en Salvados tuve ocasión de comentar la influencia de este banco americano en el sistema financiero mundial. Goldman Sachs es una de las principales manos invisibles que mecen la cuna de las economías, dado su poder amasado tras 143 años de existencia.

En un momento de calentón llegué a calificar de “trileros” a los bancos de este país. Hay de todo en la viña del señor, está claro, pero malas uvas hay demasiadas. Ahora sale Greg Smith, ex-empleado de la firma, y escandaliza a la opinión pública con unas verdades que la gran mayoría debería haberse figurado.

Resumiendo la interesante misiva, Goldman Sachs ha abandonado sus fundamentos de trabajo, basados en:

  1. Incentivar el trabajo en equipo.
  2. Ser humildes.
  3. Hacer lo correcto para los intereses del cliente

Lo cual permite que un trabajador se sienta orgulloso y crea en lo que hace.

Para propiciar una dinámica de negocio que:

  1. Incentiva colocar a los clientes los productos que Goldman Sachs no quiere por poco rentables.
  2. Vender el producto que interesa al banco, por su rentabilidad. No el que hará ganar más dinero al cliente.
  3. Endosar productos opacos y poco líquidos, con nombres cortos para que se note menos.

La verdad, no han inventado nada estos americanos. En los bancos patrios han orquestado una red de sucursales en los que se incentiva al director y demás bancarios a:

  1. Vender los productos que más dinero dan al banco, independientemente del interés del cliente.
  2. Adornar como “similares a depósitos” productos tóxicos como las cuotas participativas de la CAM, participaciones perpetuas o bonos necesariamente convertibles en acciones.

El cliente de la banca ha sido puesto en el último lugar de la cadena del negocio. No se si en los 143 años de este banco se han hecho bien las cosas en algún momento. Lo que tengo claro es que algo muy importante ha cambiado: la gente habla y escucha sobre lo que pasa en el interior del sistema financiero.

Internet, las redes sociales y la crisis financiera han despertado al ciudadano dormido: la cultura financiera es vital para cualquiera y, además, podemos comunicarnos con los demás clientes bancarios si algo no funciona. Y considero que estamos ante un cambio de paradigma que obligará a la banca a reinventarse y poner al cliente donde siempre debería haber estado: el primero.

fuente: http://www.euribor.com.es/2012/03/20/goldman-sachs-la-mano-que-mece-la-cuna-de-mala-manera/

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