viernes, 18 de mayo de 2012

Grecia, es muy probable que su incertidumbre tenga efectos en los depósitos de bancos periféricos


Al final del año pasado, el nuevo titular de la presidencia del BCE expresó que una salida de la eurozona representaba una violación importante del actual tratado. De hecho, agregó también que este suceso podría acarrear “consecuencias incalculables”. El reciente cambio de discurso de los miembros de la eurozona es, por lo tanto, muy significativo, siendo que varias autoridades oficiales clave de la eurozona se debaten abiertamente acerca de la posibilidad de que Grecia abandone el euro y/o proponen concesiones en caso que decida quedarse. Desafortunadamente, mi visión actual aún coincide con la del Sr. Draghi. De hecho, yo aconsejaría no descansarse demasiado en esta aparente retórica abierta (sobre la salida de Grecia) respecto de la eurozona, dado que seguramente se trate de una posición de negociación.
Grecia y sus autoridades tienen plena conciencia de las posibles impicaciones que tiene abandonar la eurozona, no solamente en la economía griega sino también en la mayor parte de la región. También las autoridades de la zona euro tienen plena conciencia. Según el rechazo expresado anoche ante la posibilidad de un gobierno tecnócrata interino, una segunda elección es casi un hecho y la “teoría del juego” aplicada a la política seguramente aumentará.
¿Contagio?
La salida de Grecia generará, en el sentido amplio, enormes incertidumbres en cuando a la denominación de activos y valores y, por lo tanto de sus valoraciones, y en el corto plazo es muy probable que dicha incertidumbre tenga efectos en los depósitos de los bancos periféricos. Este hecho en sí mismo representa un tema muy delicado a la luz de las recientes preocupaciones de los bancos españoles y la descalificación de 26 bancos italianos publicada por Moody's.
¿Los tiempos?
El mercado intenta rápidamente ponerle precio a los “riesgos incalculables” de la salida deGrecia en el corto plazo, pero yo tomaría precauciones con respecto a los tiempos. Mientras que para Grecia la situación se mantiene insostenible, este país endeudado y acuciado por problemas, se encuentra en una posición fuerte, y la revuelta popular en contra de la propuesta de imponer austeridad resulta por lo tanto muy compleja desde el punto de vista político para el resto de la eurozona. De hecho ha dejado al desnudo una debilidad clave del proyecto de unión monetaria: los tratados y pactos solo son válidos mientras permanezcan en el poder aquellos que los firmaron.
¿Concesión?
Últimamente hemos visto algunas concesiones que han demostrado cierto grado de compromiso político con la eurozona de parte de la mayoría. Por ejemplo, la reciente aceptación de parte del Bundestag alemán, de que tal vez Alemania deba aceptar un nivel de inflación más elevado para colaborar con la reforma estructural y el reajuste de la competitividad dentro de la zona – un concepto que hasta hace poco tiempo podía definirse como altamente improbable.
Así, considero que a la larga existe una concesión mayor por parte de la zona euro en favor de su miembro más débil. Como mínimo, esto probablemente implica extender los tiempos planificados para los recortes y apoyar las finanzas del país durante ese tiempo. Las elecciones estatales alemanas durante el fin de semana dejaron en claro el creciente descontento ante las contribuciones de rescate de parte de Alemania hacia la periferia y cualquier futura concesión en favor de Grecia deberá manejarse con suma precaución por parte del canciller Merkel. Sin embargo, no olvidemos que Alemania es seguramente el principal benefactor de la eurozona. Teniendo en cuenta que el rendimiento de los Bunds (junto con el rendimiento de los Gilt) marcó un nuevo record a la baja en el día de ayer, y sumado ello a una moneda que se debilita, proporcionar más ayuda podría ir en contra de los principios alemanes, pero también seguramente resulte lo más conveniente.
¿Un paso hacia atrás?
Pese a que creo que seguirán las discusiones y tribulaciones políticas respecto al euro, en el corto plazo sigo viendo al euro y a las monedas de riesgo en una situación de desventaja, dado que los argumentos a favor de la diferenciación económica son claros (y en todo caso, se han fortalecido). Para el día de hoy, esperaría algunas consolidaciones dado que los operadores estarán probando ambos lados del mercado. Yo esperaría que en algún momento del día de hoy se pruebe la resolución de esos euros y dólares australiano (y activos de mayor riesgo) y, a pesar de que sigo considerando que ambos están sobrevaluados desde un punto de vista relativo y económico, tal vez veamos mejores niveles que nos permitan vender luego de las bajas del día de ayer.

No hay comentarios :

Publicar un comentario

m