miércoles, 12 de junio de 2013

Trabajar sin cobrar

Aguien me remite un mail en el que copia un texto que alguien ha colgado en una red social. Se lee de un tirón; se vuelve a leer; se relee. Es inevitable una pregunta: ¿es un caso aislado o es progresivamente habitual?

“La primera vez que trabajé tenía 15 años. No cobré un céntimo, fueron unos trabajos de diseño gráfico para un pariente cercano. Poco después empecé a trabajar para él y otras pequeñas empresas, también gratis. A los diecinueve años empecé a colaborar, gratis también, en (nombre de un medio de comunicación) y otros medios impresos. Un tiempo después, a los veintitrés años, tuve el honor de conseguir mi primera nómina. Hurra, sólo habían pasado ocho años desde mi primera experiencia en el mundo laboral.

Ahora, con treinta y seis años y en pleno uso de facultades (bueno, o no), he decidido terminar con esto. He hecho recuento, y veo que desde principios de año me han ofrecido 38 (sí, treinta y ocho) trabajos no remunerados. Tres de ellos los hice. Quise pensar, iluso de mí, que quizá me abrirían alguna puerta, cosa que evidentemente no ha ocurrido.

Así que se acabó. Adiós a podcast, remixes, recopilatorios, artículos, reseñas, edits, sesiones y todo lo demás. Si no tenéis dinero, no haber montado un sello, un blog o una revista. Si quiero hacer algo gratis, ya os avisaré.
Creo que 21 años trabajando sin cobrar han sido más que suficientes.
Me remito a este magnífico texto de Javier Calvo. Suscribo todo lo que dice en él de principio a fin, así que no me extiendo más.

Acongoja, ¿a que sí?.
Insisto en lo dicho al principio: ¿es un caso aislado o es algo que se está convirtiendo en habitual?. (Trabajar sin contrato percibiendo una cantidad simbólica de euros también lo incluiría en este apartado).
Y la pregunta: ¿nos hallamos  ante una tendencia toda vez que la necesidad de factor trabajo tiende a la baja lo que hará caer -aún más- la demanda de trabajo?
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.

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