viernes, 31 de enero de 2014

Tres razones por las que no preocuparse de la crisis de los emergentes

El hecho económico que más atención ha acaparado en los últimos días en los mercados, es la incertidumbre económica que generada en los mercados emergentes y la fuerte penalización de sus divisas. Como ya sabrán, la fuerte caída del peso argentino la semana pasada desató una ola de ventas en los activos emergentes. Los Bancos Centrales de estos países se han apresurado a defender sus monedas con fuertes subidas de tipos, que en el caso de Turquía por ejemplo, ascendieron al 4%.
Los mercados financieros desarrollados también se han visto afectados. La inestabilidad en economías emergentes latinoamericanas o del sudeste asiático, podrían tener implicaciones globales, generando un incremento de la aversión al riesgo y caídas en los mercados de valores de todo el mundo.
¿Pero estarían estas caídas justificadas? Según Matthew Lynn del WSJ no por tres motivos:
1. Si hubiera crisis en los mercados emergentes, el impacto sobre EE.UU. y Europa sería escaso. El motivo es que estas economías son exportadoras netas, no al revés. Pongamos como ejemplo a China, con mucho la economía más grande de los mercados emergentes. Sólo el 0,7% del PIB del Reino Unido se origina por las ventas a China.  En el caso de EE.UU. este porcentaje sube al 0,9%. El único país que sí se vería afectado sensiblemente sería Australia, con un 5,8% de su PIB relacionado con las ventas a China.
Por tanto, si la economía China se desacelerara, el efecto sobre las exportaciones del mundo desarrollado sería muy escaso. La economía global no se vería muy afectada de la desaceleración china.
2. Los colapsos de las divisas son parte de la solución. No son un problema en sí mismos. Tomemos el ejemplo de Turquía, una de las economías emergentes más exitosas de los últimos tiempos, con un rápido crecimiento que le ha posibilitado triplicar su renta per cápita en sólo una década.
A medida que el dinero extranjero ha entrado en su economía, se ha abierto un gran déficit comercial que puede ser difícil de financiar. Una caída de su divisa ayudará a incrementar sus exportaciones, y a reducir ese déficit comercial.
Un escenario similar se plantea en Sudáfrica y Argentina.
3. Por último, el crecimiento de los mercados emergentes no se está desacelerando, se está acelerando. El FMI pronosticó la semana pasada que los mercados emergentes crecerían un 5,1% este año frente el 4,7% de 2013. Se espera que China crezca un 7,7 % en 2014. Turquía crecerá un 4% en los próximos doce meses.
¿Son estas previsiones demasiado optimistas? En realidad no. La zona euro se ha estabilizado, al menos por el momento, lo que ayudará a Europa del Este, Rusia y Turquía. Los EE.UU. está creciendo más rápido que en cualquier otro momento desde la crisis, lo que ayudará a América del Sur. Mientras que el crecimiento de China impulsará la economía del conjunto de Asia.
Si se agrava la crisis en los mercados emergentes, es posible que los mercados financieros sufran caídas de cierta importancia. Se tomará como excusa para tomar beneficios después de cuatro años de clara tendencias alcista. Estas caídas podrían generar grandes oportunidades de compra, afirma Matthew Lynn: “Es seguro que algunos las aprovecharán”.


fuente: http://lacartadelabolsa.com/leer/articulo/tres_razones_por_la_que_no_preocuparse_de_la_crisis_de_los_emergentes

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