miércoles, 21 de mayo de 2014

Concentración de la riqueza – 2

Ahora bien, ¿qué sucede en cada país?. Los dos gráficos siguientes muestran para una serie de países, el número de personas con fortunas superiores a los mil millones de dólares y el porcentaje que la suma de sus fortunas representa sobre el PIB de esos países.
Las imágenes lo dicen todo, ya, pero pienso que meditando en los números llama la atención, por lo que supone, que el 13,9% del PIB de USA esté en las manos de 492 personas. En España 26 personas controlan el 9% del PIB del país. El gráfico también muestra lo que sucede en los países emergentes, y en los paraísos fiscales. La conclusión general es de cajón: el peso de los megaricos es inmenso.


Fuente: Ambas imágener: Elaboración propia a partir de datos tomados dehttp://stats.areppim.com/stats/stats_richxgdp.htm#richxgdp_trend

Pero, ¿siempre existió esta concentración de la riqueza?. La respuesta es un rotundo no, de hecho, y tal como se decía ayer, fue a partir de 1973 cuando empezó a dispararse la distancia entre ricos y pobres, tal y como muestra el gráfico siguiente referido a USA:


La riqueza del 0,5% y del 1% más ricos de la población (incluyendo ganancias de capital, y antes de impuestos) crece con fuerza tras la I Guerra Mundial, en los Felices Veinte, y alcanza máximos poco antes de la Depresión. A partir de ahí decae, sobre todo desde el fin de la II Guerra Mundial cuando se pone en marcha el modelo de protección social. Pero todo cambia cuando empieza a desaparecer el estado de bienestar en el que había estado la economía mundial y se pasa a escenarios en los que se busca la reducción del papel del Estado en la economía, en los que el pleno empleo deja de ser un objetivo, y en los que la productividad comienza a convertirse en el eje sobre el que pivota la economía.
De hecho, en los momentos actuales, la concentración de riqueza por parte del 0,5% y del 1% más ricos de la población ha llegado a cotas semejantes a las existentes antes de generalizar los programas de protección social (nunca, por otra parte, excesivamente generosos en USA), y la tendencia hacia donde tal concentración apunta es perfectamente apreciable.

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.

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