miércoles, 25 de junio de 2014

El aumento de fusiones y adquisiciones clara evidencia de un mercado peligrosamente sobrevalorado

Ayer Mark Burgess, jefe de inversiones de Threadneedle Investments, señalaba que se ha acelerado el número de fusiones y adquisiciones (F&A) corporativas en los últimos meses, lo cual será una señal positiva para los mercados el resto del año. Dudo de esta afirmación y les diré el motivo.
Al ritmo actual, las fusiones y adquisiciones podrían alcanzar los 3,5 billones de dólares en 2014, la cifra más alta desde 2007. Esto podría explicarse por una reactivación de los planes de expansión empresarial de las compañías dada una mejor visibilidad del negocio y unas previsiones de una mayor demanda. Podría ser. Ahora bien, los datos históricos señalan claramente que los picos en las operaciones de fusiones y adquisiciones coinciden con máximos en los mercados de valores. No son un factor positivo, sino negativo.
Mateo Rhodes-Kropf, profesor de la Escuela de Negocio de Harvard, afirmaba que “cada una de las cinco grandes oleadas de operaciones corporativas finalizaron con una brusca caída de los precios de la renta variable”. El estudio de Rhodes se remonta a más de 125 años.
Mark Hulbert recoge en Market Watch la opinión de algunos expertos defendiendo que las adquisiciones y fusiones se incrementan cuando el precio de las acciones son elevadas debido a que las empresas pueden utilizar sus infladas acciones para realizar estas operaciones.
Dennis Mueller, profesor emérito de economía de la Universidad de Viena, que ha estudiado los ciclos de fusiones y adquisiciones en los EE.UU., afirmaba recientemente “el notable aumento en los últimos años de las fusiones y adquisiciones son una clara evidencia de que el mercado está sobrevalorado peligrosamente”. Hulbert añadía que los accionistas de la sociedad absorbida rara vez se quejan ya que el precio de la adquisición por lo general presenta una elevada prima.
La conclusión del estudio de Mueller y otros economistas es que existe una clara coincidencia entre los máximos del mercado de valores y los máximos en las operaciones corporativas. Ahora bien, este indicador no es una herramienta operativamente fiable. Su timing del mercado no es bueno.
Mueller afirma que es posible que el mercado se encuentre al comienzo de un largo auge de F&A que podría durar unos cuantos años más. Rhodes-Kropf está de acuerdo en que la reciente oleada de fusiones y adquisiciones no significa necesariamente que sea inminente un mercado bajista. “Todo el mundo tiende a advertir de una burbuja antes de tiempo. Mi impresión es que esta ola de fusiones podría durar aún algún tiempo”.
Douglas Kass, famoso gestor de fondos de cobertura, afirmaba al respecto: "La intensificación de la actividad de fusiones y adquisiciones es más consistente con las cimas del mercado que los suelos del mercado".
De estos estudios y opiniones no podemos sacar la conclusión que estamos ya en un techo de mercado, sino que aunque hay una coincidencia casi perfecta entre aumento de operaciones corporativas y máximos en las bolsas, ambos factores se pueden alargar en el tiempo. Las tendencias alcistas pueden extenderse algunos meses más (o no), pero nos dirigimos claramente a un techo de ciclo. Lo muestra este indicador, y muchos otros.

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