domingo, 14 de septiembre de 2014

Compras. Deflación. Crecimiento creciente. Redistribución.

Compras. Deflación. Crecimiento creciente. Redistribución.
Me pasan este link:
Pienso que la razón de tal apetencia no es la recuperación de la economía española, sino el hundimiento y la conversión de las hipotecas en contratos de alquiler -a los actuales 'propietarios' o a otros-, y a cobrar.


Cuando empezó el boom del 'España va bien'  las peritaciones que se realizaban a las viviendas les daban una vida de 100 años, luego quedarán entre 85 y 90 años de renta: pienso que ahí está el negocio: haga números.
(Publicado 31.07.2014)

Un lector me solicita una sucinta aclaración sobre la diferencia existente entre 'deflación'' y 'situación deflacionaria'.
La deflación es un estado: el estado en el que cae una economía como consecuencia de la confluencia de una crisis de sobreproducción y una de subconsumo que se realimentan. No se produce porque existen unos stocks que nadie compra, por lo que el paro aumenta, por lo que el consumo no existe. Los precios se derrumban porque nadie puede consumir a ningún precio. Es lo que sucedió en USA tras el crash del 29: la producción automovilística en 1930 fue nula. Un intento de salida fue una inyección de fondos en obra pública y, por descontado, la II GM.
Una de las cosas que el mundo aprendió de la Depresión fue que había que evitar como fuese la deflación, y se ha evitado: lo que ahora se está viviendo es una situación deflacionaria. La diferencia es abismal: los precios declinan, pero no se han hundido porque su caída se amortigua con inyecciones de fondos (en unos sitios más que en otros). Ahora, además, existe un modelo de protección social que, aunque en declive, amortigua. Y, también además, los bancos centrales tienen un poder que en la Depresión ni remotamente tenían. Y lo principal: una situación deflacionaria no es un estado.
Ahora bien, aunque no vaya a producirse una deflación (estoy convencido que no llegará: sin conviene hasta se provocarán subidas de precios ficticias incrementando impuestos), lo que sí es posible es que esta situación de precios muy bajos, con ligeras subidas / ligeras caídas, se estanque y se cronifique debido a una especie de puré formado por un bajísimo-consumo, una bajísima-producción, un desempleo estructural muy elevado, rentas medias estancadas y en sectores a la baja, elevada tasa de pobreza, nulas expectativas, ...
No, no será una deflación porque será imposible, pero se le parecerá mucho.
(Publicado 01.08.2014)

Claro, ha llegado para quedarse: no es previsible que España como conjunto decrezca: crecimiento negativo en los próximos meses (aunque no sé que sucederá en los meses siguientes a la publicación de las auditorías), pero pienso que ese crecimiento no será uniforme, sino sesgado, es decir parcial, zonal; y afectará a ciertos subsectores.
Es decir, en ciertas actividades de ciertas zonas, las empresas que aborden ciertas actividades crecerán, y la ocupación de factor trabajo a ellas vinculadas mejorará (la mayoría temporal y a tiempo parcial, autónomo: por obra y servicio. Lógicamente la recaudación fiscal de España no irá a más, ni por la vía directa: ingresos y rentas, ni por la indirecta: consumo; y tampoco los ingresos de la Seguridad Social: caerá la tasa de cobertura de los parados y se seguirá metiendo la mano en la caja de reserva de las pensiones. Y como el compromiso de llegar al 0,5% de déficit y al 60% de deuda pública en el 2020 sigue ahí, será vía recortes de gasto público como se irán reduciendo déficit y deuda. Con ese decorado se pueden imaginar que pasará con la tasa de pobreza.
En las zonas que si, sí, pero entendiendo 'zona' más como cluster que como región.
Si al Sr. Presidente del Gobierno le parece que 'El crecimiento ha venido para quedarse', pues vale, si, ha venido.

(Publicado 02.08.2014)

Pienso que la idea que subyace en las palabras de la Dra. Fraser se mueven en el terreno de lo que 'debiera ser' porque 'sería deseable' que fuese, incluso porque 'sería justo' que fuese en base a una escala de valores que ha sido la que hasta ahora se ha conocido, pero pienso que las cosas no van a ir por ahí.
Y no va a ser, pienso, por un tema de egoísmo, sino por un simple tema de necesidad, de disponibilidad de recursos y de poder decisorio. Los razonamientos de la Dra. Fraser y de otros intelectuales que se mueven en la misma línea parten de la base que el factor trabajo es necesario hoy igual que lo era ayer e igual que lo será mañana y de que los recursos son igual de suficientes hoy que ayer. A partir de ahí elaboran un razonamiento humanitarista en el que conceptos como la desigualdad son fundamentales.
Pienso que el futuro no va por ahí sino porque la mayoría del factor trabajo es cada vez menos necesario y porque los recursos son cada vez más escasos, por lo que la idea de redistribución se muta a la de eficiencia. Con todo lo que ello comporta.
(Publicado 02.08.2014)
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.

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