lunes, 29 de septiembre de 2014

Déficit. En Europa de nuevo. Inteligencia Económica.

Déficit. En Europa de nuevo. Inteligencia Económica.

Las cosas ya van quedando claras: ni el mejor de los sueños España va a poder crecer lo suficiente para reducir su déficit vía ingresos, luego va a tener que hacerlo vía gastos: tijeras, hecha, podadora, motosierra.
Si para el 2020 España va a tener que tener un déficit del 0,5% y tomamos como bueno el cálculo del texto adjunto, millón más millón menos que para el caso tanto da, vía ingresos van a conseguirse 12.000 M y vía gastos van a recortarse 48.000 M.
Lo que yo pienso es que esos 12.000 M no se van a conseguir porque España, y otras economías se van a estancar a partir de que se tomen medidas de verdad para ‘sanear’ tras la publicación de las auditorías de los bancos, luego el peso se lo van a llevar los recortes.
¿Pueden imaginarse a la economía española teniendo que soportar en la situación actual un drenaje de gasto público de 50.000 M? Drenaje que se producirá en protección social, empleados públicos (¿reforma del Estatuto de la Función Pública para poder despedir funcionarios?) e inversiones y mantenimientos, lo que desencadenará más pobreza, menos crecimiento y más situación deflacionaria. ¿Los mayores ingresos?, pues, pienso, en impuestos ineludibles: IVA, IBI, impuestos especiales imposible de evitar, y multas hasta por respirar demasiado deprisa.
España cumplirá sus compromisos de déficit y cumplirá puntualmente sus pagos de intereses de deuda, pero la población será más pobre y la economía será más plana, para la mayoría, claro. Las anfetas del BCE acabarán siendo parches puntuales para resolver problemas concretos, pero nada arreglarán porque las anfetas nada arreglan. España no crece lo que debería y como debería, y cada vez más miembros de su población son menos necesarios.
Y eso son dos superproblemas.
(Publicado 30.08.2014)

Se está hablando de redefinir la OTAN (http://internacional.elpais.com/internacional/2014/08/29/actualidad/1409328730_822332.html) pero la idea ya viene de atrás: en el 2009, en la cumbre del 3 y 4 de Abril, USA planteó la redefinición de la OTAN y su conversión en una organización para prevención de conflictos, para ello debía incrementar su rapidez de respuesta y modificar su operativa utilizando métodos como la ayuda económica o el asesoramiento civil. Claro que en 2009 aún se pensaba (¿seguro?) que con planes E se podía superar la crisis y Rusia era considerada una buena chica. Hoy nada de eso se está dando, por lo que toca nueva redefinición.
Y nuevamente el follón gordo es en Europa: ¿de verdad, de verdad y si no es por las implicaciones, importa lo que pase en ‘zonas lejanas al núcleo central’?. Desde 1865 en USA no ha habido ningún conflicto armado mientras que en Europa ha habido cinco que han afectado en mayor o menor medida a un mayor o menor territorio con efectos devastadores para la economía y la población europeas. Y ahora con el tema de Ucrania nuevamente el follón vuelve a estar en Europa. Es como si Europa fuese el lugar idóneo para que los grandes disputasen sus diferencias.
Vamos a ver, ¿alguien pensaba que Rusia no iba a decir nada cuando en el 2013 la UE ofreció a Ucrania algún tipo de acuerdo con el antecedente de que en el 2008 la OTAN ya había manifestado que Ucrania podría entrar en la alianza si lo pedía y si cumplía las condiciones necesarias?. Miren el mapa que acompaña a la edición en papel del link adjuntado. ¿Alguien pensó que ante ese escenario Rusia se iba a quedar con los brazos cruzados?.
En mi opinión Europa se está equivocando de medio a medio en esta especie de partida de mus. El socio natural de Europa es Rusia, por vecindad, por localización, y lo que está sobre el papel es una retahíla de sanciones cuyas réplicas están arruinando a zonas enteras de Europa, sanciones en las que esas zonas no han tenido ni voz, ni voto, ni opinión. Y, de nuevo, Europa vuelve  ser la verdaderamente perjudicada por esas sanciones y sus réplicas.
El conflicto de Ucrania debe resolverse, pienso, con conversaciones a tres bandas: Europa, Ucrania y Rusia, y, sigo pensando, USA tiene muy poco que decir en este tema: vuelvan a mirar el mapa y repasen las relaciones económicas posibles en la zona. Pero la respuesta parece que va a ser incrementar los gastos militares en la OTAN: ¿recuerdan la referencia al ‘complejo militar e industrial del Presidente Eisenhower?.
(Publicado 31.08.2014)

Decíamos que España ha llegado tarde a la Inteligencia Económica. (España, en toda su historia sólo ha llegado pronto a un sitio: a América, y porque se equivocó; y a pesar de expoliar mucho se aprovechó muy poco).
Bien, decíamos que España ha llegado tarde a eso, pero yendo al fondo, al fondo, fondo, el mundo de la IE no es más que una nueva manifestación del exceso de capacidad productiva existente que embarca a los concurrentes en una dinámica de ‘o sé lo que haces y me protejo o me superas y me comes, por lo que antes intento comerte yo’.
Si lo piensan no es más que una evolución de aquel ‘sobrevive el más adaptado’ y de aquella ‘destrucción creativa’: darwinismo y shumpeterismo de toda la vida, y pienso que no, que los tiros ya no van por ahí.
Cuando Drawin y Schumpeter enunciaron sus principios todo estaba por hacer e infinita se creía la cantidad de recursos de que se iba a disponer para hacerlo, literalmente. Y entre 1870 y 1970, tragedias al margen, el capital y la producción fueron como un tiro. Pero eso ya no es así.
Pienso que alguna vez hay que empezar a decirlo: la competencia salvaje, a muerte, con el cuchillo en la boca; la competencia de el-ganador-se-lo-lleva-todo, la de ‘tonto el último’, la del pez grande, informado con mecanismos de protección y ataque, se come al chico, esa competencia que en los 1880 o 1950 podía tener sentido porque había campo para todo el mundo, pienso que ya está superada, y no por nada ético, sino por pura eficiencia.
Compartir, colaborar, intercambiar, construir conjuntamente –el concepto ya está inventado: coopetition– para crear clusters, ejes y redes transnacionales, transcontinentales, que incorporen la planificación estratégica necesaria para maximizar los recursos disponibles, ahí, pienso, está el punto.
Lo otro es pura lucha de supervivencia en un entorno de exceso de capacidad para fabricar de todo, es decir, desperdicio. En los 50 o 60 podía ser complicado, pero hoy se sabe qué es preciso y dónde lo es, y quienes pueden hacerlo y de qué modo a fin de que salga mejor en todos los aspectos. Y la I+D+i+d conjunta también. Y si alguien en algún garaje de Santa Monica o de Sant Cugat inventa algo, pues genial: también al saco.
Lo que pasa es que aún se arrastra la filosofía del modelo antiguo: el yo-yo-yo. Mis instalaciones, mis accionistas, mi financiación, mis subarrendadas, mis autónomos, … Un paso a superar, ya. Con el nuevo modelo. ¿Idealismo?, ya verán como no: pura necesidad.
(Publicado 31.08.2014)
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.

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