lunes, 22 de junio de 2015

USA: Productividad e ingresos familiares

A partir de hoy iré exponiendo y comentando una selección de gráficos presentados en este segundo cuatrimestre por mis alumnos. El objetivo siempre es el mismo: pensar. Iremos intercalando con otros temas.

Como pueden observar este gráfico encierra escasos misterios. Refleja diáfanamente la evolución en USA desde el fin de la II GM, por un lado, la evolución del valor de la producción obtenida en una hora y, por otro, la de los ingresos medios reales de esa familia.

Tras la II GM se produjo una leve caída de los ingresos familiares debido a la desmovilización de los combatientes y al obligado tránsito de una industria de guerra a una de paz. De todos modos la máquina productiva USA pronto se puso de nuevo en marcha al meterse el país en la Guerra de Corea.
A partir de mediados de los 50 productividad e ingresos van de la mano, incluso los ingresos –que no sólo son los salariales– van un poco por encima de la productividad, lo que va haciendo que en consumo aumente progresivamente y escale posiciones en el PIB. Recuérdese el programa Great Society de la Administración Johnson que inyectó mucho dinero en la economía.
En 1979 la Administración Reagan empezó a promulgar políticas en la línea de los predicamentos teóricos del Modelo de Oferta que supusieron el fin del Tratado de Detroit de 1950. A partir de aquí se produce un triple fenómeno que se va extendiendo al resto del planeta.
Por un lado, y debido a la creciente sofisticación de la tecnología y a su progresivo abaratamiento, el factor trabajo va perdiendo importancia, lo que se agravado por la aparición de nuevos desarrollos organizativos de los procesos productivos; por otro, la obtención de aumentos de producción a cualquier coste deja de ser prioritario empezando a ponerse crecientemente el acento en la reducción de costes de producción y de precios de venta; por otro más, se inicia un  camino sin retorno en la desvinculación del Estado de la economía acompañado de una progresiva reducción de impuestos sobre el capital.
El resultado de lo anterior lo pueden ver en el gráfico: el continuado alejamiento de ingresos y productividad e incluso el descenso de aquellos hasta los actuales niveles muy poco por encima de los registrados a mediados de los años 70. Haciendo buena la reflexión de que el trabajo cada vez vale menos, y yendo completamente en la línea de la frase del candidato Ronald Reagan que comento en mi libro ‘La Economía. Una Historia muy personal’: “La economía de Estados Unidos no funciona porque los ricos no son suficientemente ricos y los pobres no son suficientemente pobres”.
Ahora preguntarán, ¿y cómo ha podido la ciudadanía USA no sólo mantener sino incrementar su nivel de consumo?. Pues a base de obtener crecientes niveles de crédito que se han transformado en desaforados montos de deuda privada y que han cerrado el círculo del modelo económico en vigor al obtener los poseedores del capital los beneficios que se generaban al ser comprados los bienes que fabricaban quienes los consumían y al conseguir los rendimientos financieros que generaban los créditos que se les concedían a quienes se les vendían los bienes para que pudieran adquirirlos. Y por bienes piensen en todo, desde viviendas a viajes, pasando por automóviles y billetes de avión, y acabando por cenas románticas a la luz de velas (electrónicas).
A esto hoy se le está llamando desigualdad, pero yo le llamo ingresos de las familias medias claramente insuficientes. Consecuentemente no es de extrañar que fuese en USA donde naciese el concepto de ‘trabajador pobre’.
“La economía de Estados Unidos no funciona …”
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.

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