lunes, 21 de septiembre de 2015

¿Hay alguna oportunidad tras el desplome de los Mercados Emergentes?

Si usted es un inversor global se habrá dado cuenta de que las acciones de los mercados emergentes han sufrido un gran castigo en los últimos tiempos. El índice MSCI Emerging Markets, que lo hizo tan bien en la década de 2000, está casi sin cambios desde la crisis financiera mundial, pero desde esta primavera el índice se ha desplomado.
El mal comportamiento de las acciones de los mercados emergentes ha venido acompañado por unos desalentadores datos económicos. La economía de Brasil ha estado en contracción en los últimos años. Al igual Rusia. Economías como las de Indonesia y Turquía se han ralentizado. Y China, el abuelo de todos los mercados emergentes, está entrando en una fuerte desaceleración tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria y bursátil.
Este es un cambio dramático frente a la década de 2000. En esa década, los mercados emergentes crecieron tanto que toda la distribución del ingreso mundial se convirtió en mucho más igualitaria. Parecía como si, después de décadas de decepción, el mundo estuviera comenzando a experimentar la convergencia global que los economistas habían pronosticado hace tiempo.

El sentimiento es tan pesimista ahora como optimista fue entonces. Bill Emmott, ex editor de The Economist, proclamó recientemente que la política disfuncional había paralizado el crecimiento de los mercados emergentes:

"Los determinantes principales de la capacidad de una economía emergente son la política monetaria, los políticos y...las instituciones del gobierno... Aunque los países pueden montarse en olas de crecimiento y aprovechar los ciclos de los productos básicos a pesar de tener unas instituciones políticas disfuncionales, la verdadera prueba viene cuando los tiempos se vuelven menos favorables.

A menos que las economías emergentes puedan garantizar que siguen siendo flexibles y pueden adaptarse, no van a seguir "emergiendo"... Es la política, estúpido."

“Esta historia suena intuitivamente atractiva - después de todo, todo el mundo cree que en el largo plazo, las instituciones determinan los límites del crecimiento compensatorio, dice Noah Smith en Bloomberg. Así que cuando vemos que los mercados emergentes se desaceleran, el impulso natural es encogerse de hombros y decir que estos países son demasiado disfuncionales.

El problema es, que esa historia no se sostiene. El momento es demasiado sospechoso. Las acciones de los mercados emergentes se aplanaron justo después de la crisis financiera mundial y la Gran Recesión de 2008-9. ¿Cuáles son las posibilidades de que esto se debiera a que un montón de países, de muy diferentes niveles de ingresos, de repente toquen los límites de sus instituciones, todo al mismo tiempo? Esencialmente cero.

Lo mismo puede decirse de la reciente desaceleración del crecimiento entre los mercados emergentes, y la caída en picado de las acciones de los mercados emergentes desde esta primavera. El culpable es obvio: China. La extraordinaria industrialización de China en la década de 2000 - probablemente la más rápida que haya visto el mundo - elevó los precios mundiales de los productos básicos, canalizando el dinero hacia las economías de los exportadores de recursos como Brasil, Rusia, Indonesia, África y el Medio Oriente. Ahora que la industrialización ha sufrido un parón, los precios de las materias primas han estado cayendo, perjudicando a las economías de los exportadores de recursos básicos.

La historia es la misma en casi en todas las partes del mundo en desarrollo: China, China, China. La tesis de inversión BRIC puede haber sido sinónimo de Brasil, Rusia, India y China, pero en su mayor parte fue siempre la "C" de China. En los últimos años, China ha sido responsable de más de una cuarta parte del crecimiento global (que incluye a los mercados desarrollados y emergentes). Ese es un motor de crecimiento de gran alcance.

A largo plazo, la historia del crecimiento de los mercados emergentes parece fuerte. Ahora que los costes chinos están subiendo y el crecimiento se está desacelerando, se abren oportunidades para que otros países en desarrollo experimenten sus propios brotes de crecimiento.

Esta es la predicción de una de mis ideas económicas favoritas, la nueva teoría geografía económica de Paul Krugman y Masahisa Fujita. En este modelo, el crecimiento mundial avanza a trancas y barrancas. La industrialización se propaga de un país a otro como una epidemia gloriosa, y cada nueva estrella de crecimiento se enriquece más rápido que las anteriores. Si se fija bien, se puede ver en el mundo que nos rodea. En la década de 1980, fue Japón y Europa quienes lideraron la expansión global. En la década de 1990, fueron los "tigres" asiáticos y China. En la década de 2000, fue China, con la India quienes hicieron su especial contribución.

¿Quién va a recoger el manto de la industrialización? Mi dinero está en la India. Bendecido con un gran mercado interno y un vasto capital humano, se ha resistido a la desaceleración de China mejor que otras economías emergentes. Si la India comienza a despegar al igual que China, será el conductor de un nuevo boom entre las naciones en desarrollo en las próximas dos décadas.

Así que no se desespere sobre la historia del crecimiento de los mercados emergentes. Estas cosas vienen en oleadas."

Fuentes: Noah Smith, Bloomberg

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