jueves, 21 de enero de 2016

No hay razones para ser tan pesimistas con las bolsas

Portavoces del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial, de los principales Bancos Centrales, entre otros agentes económicos, han salido públicamente para afirmar que sus previsiones no se ajustan al mal escenario que están dibujando actualmente los mercados. La probabilidad de una nueva crisis financiera y de una recesión global es baja según estas entidades. Yo también lo creo.
¿Esto quiere decir que los mercados están sobre reaccionando? ¿Qué no están justificadas las caídas actuales? Los mercados siempre sobre reaccionan, tanto a la baja como al alza, pero sí creo que esté justificada la corrección actual aunque haya sido tan vertical. 


Corrección, no mercado bajista. Como he dicho en otras ocasiones, la historia nos muestra con claridad que todo mercado bajista en los activos de riesgo ha sido precedido por una recesión económica. La probabilidad de que suceda este escenario recesivo en 2016 o 2017 no es elevada. Esto implica que la probabilidad de una tendencia bajista estructural tampoco debería serlo.
Pero hay más razones por las que no debemos ser excesivamente pesimistas con el futuro de la renta variable en estos momentos. Jeff Reeves de MW comparte algunos motivos para no ser pesimista con las bolsas actualmente. Comentaré algunos de estos motivos:
1. Empleo de EE.UU.: El rebote del mercado laboral de EE.UU. ha sido notable. El país aspira al pleno empleo y los últimos informes sugieren que es posible que lo consiga en los próximos años. A diferencia de la última crisis económica, el mercado de trabajo en el país más industrializado del mundo no es un motivo de preocupación.
2. Vivienda de EE.UU.: Al igual que en el caso anterior, el mercado de la vivienda estadounidense está siendo un gran impulsor de la economía del país. Se mantienen las sólidas tasas de crecimiento en ventas y en precios. El mercado inmobiliario en EE.UU. goza de buena salud a diferencia de las últimas crisis económicas.
3. Bajos precios del petróleo: Aunque están causando mucho daño en la industria, los bajos precios energéticos están incrementando la renta disponible tanto de individuos, empresas como estados. Los últimos estudios están mostrando que por cada dólar o euro que un inversor ahorra en petróleo, más de 70 centavos lo está gastando en otros bienes. El incremento del consumo privado será un factor importante de impulso económico.
4. Situación en China: Aunque es un motivo fundamental de preocupación en estos momentos, el efecto sobre otras economías del mundo es muy reducido. China está muy aislada económicamente. Citigroup estima que sólo el 0,7% del PIB global tiene exposición directa a China.

5. Valoración: Después de las últimas caídas la sobrevaloración que presentaban los índices europeos y el de EE.UU. ha desaparecido. El PER del S&P 500 y del Eurostoxx 50 se encuentra ligeramente por debajo de los promedios de las últimas décadas. Aunque es cierto que las sobre reacciones de los mercados pueden llevar estos ratios de valoración a niveles más bajos, existen grandes valores con un elevado descuento frente a sus precios objetivos y con una elevada rentabilidad por dividendo. Esto servirá de soporte para sus cotizaciones.

Largo plazo: Aquellos inversores de largo plazo no deben preocuparse por las caídas actuales, es más, deberían servir para aumentar posiciones. Un dato: Nunca ha habido en el siglo pasado un periodo de 20 años que haya presentado rentabilidad negativa en la renta variable. Eso a pesar de dos guerras mundiales, innumerables crash de mercado, crisis crediticias, inmobiliarias, financieras…
Tranquilidad.

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